Bajo la lluvia..

Aquellos besos y aquellas caricias tan gentiles seguian siendo parte de aquel acto... asi como las nuevas sencaiones y oleadas de calor que asotaban su cuerpo... y entre todo... aquella gentilesa... aun preguntando con cada acto si podia seguir... el era capaz de detenerse solo por el... Ianth lo contemplo sus manos aunque temblorosas y aun demasiado calidas por su temperatura se acercaron a delinear el rostro del mayor con sumo amor y cariño para despues levantarse un poco y terminar rodenadole por el cuello con sus brazos... y susurrarle al oido...

- No me perguntes eso... cuando por primera vez siento algo tan grando por otra persoan... Te quiero... asi que si eres tu... soy feliz... yo estoy listo pero profavor no dudes...

dijo al abrazarse mas a el... como un naugrago a la orilla de la playa... y despues dio un beso casto sobre sus labios...

Sonrió levemente al ír aquellas palabras y sentir aquel casto beso sobre sus labios, correspondiendo a él mientras seguía sintiendo la calidez de las manos de su moreno acompañante sobre su rostro, que aunque temblorosas transmitían la firmeza y el amor de los que aquella decisión iba acompañada, por lo que al romperse aquella unión un simple <<yo también te quiero>> fue todo lo que salió de entre sus labios antes de robarle otro beso y comenzar a poseer le lentamente, invadiendo el interior ajeno con la punta primero y luego comenzando con el resto de su extensión, lento pero con constancia, a la vez que acariciaba el cuerpo ajeno, la virilidad del menor, de su pequeño, para que se olvidase de cualquier daño que pudiese estarle causando, para que no se tensase y se abriese solamente por y para él.

El dijo tambien aquellas palabras y su rostro no pudo mas que expresar la forfunda felicidad que le inundo... tan gentil... fue... pero aun asi solo dio un leve quejido en la primera intromicion a su cuerpo... sus manos se aferraron a aquel cuerpo tan calido que le tenia en mente poseer... El cuerpo del menor se entrego a el... al principio un dolor le inundo y su voz lo hizo conocer a pesar de qu trato de callarlo... pero aquello era inevitable, pero aquellos gentiles labios y manos le hicieron hacer desaparecer el dolor, le trataron con tal gentileza que de sus labiso suspiro profundos y gemidos llenos de placer escapaban haciendo notar qu el dolor estaba desapareciendo por completo, siendo que su cuerpo se relajaba cada vez mas solo para recibirlo en cada ir y venir del cuerpo ageno que ya le hacian estremecer de poco a poco pues su cuerpo cada vez le recibia mas profundamente...

- yo... haa... yo... estoy bien...

Su voz suabe susurrante en el oido del mayor entre gemidos de placer que eran dedicados el...

Su cuerpo sucumbia nuevamente al placer y le rodeo con sus piernas por las cadras... para hacercarlo mas a el... y como un modo de que entendira que se estaba entregando a lo que el deseara...

Pequeños gemidos se escaparon de entre sus labios, gracias a la estrechez del menor que era deliciosa mente estrecha apoyada esa placentera sensación por los eróticos gemidos de su moreno, y ahora por las piernas que rodearon su cintura, pegando más sus caderas a las ajenas, volviendo las lentas embestidas más profundas y certeras, mientras ahora sus labios se dedicaban a besar el cuello ajeno, marcándolo con rojos chupetones, que indicaban que aquel ángel de orbes celestes ya tenía un dueño de su cuerpo, su alma y su corazón, pero seguidamente aquellos labios sintieron la profunda necesidad de apoderarse de los ajenos, por lo que entre besos fue llegando a aquellos pétalos rojizos tan tentadores y deliciosos, siendo atrapados entre los propios en un lento, cálido y deseado beso, sin olvidarse nunca de las caricias en el cuerpo de su pequeño a la vez que a poco a poco sus embestidas se iban haciendo más profundas e iban aumentando ligeramente de velocidad, acompasándose a ellas los movimientos de su mano en la masculinidad del menor, pero siendo aún así una velocidad demasiado lenta, incitando así a desear más y a disfrutar durante más tiempo, anhelando lo que aún no se había probando, robando les el aliento con la ayuda de aquella húmeda e intoxican te unión.

Escucho que el mayor gemia igual que el, cuando se abria paso en el, aunque eran mas calmados y serenos, sentia aquella intromisión, y se tenso un poco… por la sensación tan extraña que sentia, aquella ocasionada por que el dueño de orbes verdes estuviera en su interior…tan extraño pero al igual placentera.
El placer se incrementaba y sus suspiros eran mas frecuentes ante las embestidas lentas pero cada vez mas profundas…y el tensarse de repente se fue al olvido, en un gemido que escapo de sus labios al sentir la calides que la virilidad de mayor… y aquellas succiones en su piel que solo le hacian estremecer mas, el dejaba marcas en su piel, estaba conciente pero no importaba, eran signo de que el se habia entregado a esa persona… se entregaba a el…

Aquellas manos no le dejaban en paz… explorándole acariciando tan gentilmente que hacia temblar por completo en compañía de aquellos labios y firmes embestidas, su mente se nublaba en el placer, sus boca se abría solo para dejar escapar el nombre del mayor, gemidos o ahogarlos por que serian demasiado fuertes…

Y de repente alquel beso, sintio sus suaves labios sobre los propios nuevamente y simplemente se rindio ante ellos, aun con un poco de torpeza respondia, pero ahora su suave lengua se introducía en el… para dar un poco de guerra a la otra que le exploraba… la pasion estaba al borde… pero las sensaciones en su cuerpo iban otra vez en aumento, ese vaivén de las caderas ajenas, esas mano y ese beso le habian dejado sin aliento y tuvo que romper el beso gimiendo fuerte y exhalando con desesperación por lo que sentía.

- Ha…hmmmm kaa..kaae..de…

Entre gemido y aquellas delirantes caricias… pudo pronunciar su nombre al tratar de recuperar el aliento, pero sus orbes entre abiertas, mas nubladas por la pasion a pesar de no controlar su respiración se acercaron nuevamente los labios ajenos, aunque no pudo besarles… soltaron un leve gemido ocasionado por el mayor, y se arqueo un poco…

-nooo… Be…besame….

Pidio apenas en un susurro

Sentir aquel cuerpo estremecerse entre sus brazos causaba un gran placer que le inundaba lentamente, combinado con el que la estrecha y cálida unión de sus cuerpos le producía, aumentando con aquellas sensaciones la fuerza y la passión impresas en cada una de sus embestidas, deleitandose con el beso que ahora su moreno le correspondía tan exquisitamente, haciendo que perdiese todo control sobre sus pensamientos y se perdiese más en aquella tórrida unión que él mismo había iniciado hacía apenas unos segundos atrás, pudiendo saborear aquel exquisito manjar una vez más, lamentando cuando aquel contacto fue destruido por la falta de aire, pero agradeciendolo a la vez al poder oír los melodiosos y exitantes gemidos de su acompañante, que causaban que una pequeña luz se encendiese en sus orbes verdosas, que entrecerradas y nubladas por el deseo y por aquella tormenta de distintas y sofocantes emociones que le invadían, pudiendo vislumbrar entre toda aquella neblina cada una de las expresiones de su amante, como aquel hermoso cuerpo se retorcía de puro placer entre sus brazos y como un fuerte sonrojo se apoderaba de aquellas pálidas y deseables mejillas que parecían pedirle a gritos su atenión, pero no con una voz tan fuerto como la de aquellos rojizos pétalos que eran los labios ajenos, que temblorosos y tentadores dejaban escapar leves gemidos de placer que causaban aún más passión, deseo y descontrol en su ser, que sumiso y obediente a los deseos de su huérfano le robó otro tan deseado beso en cuanto aquel pedido se escapó de entre aquellos carnosos labios, que poseyó con deseo, procurando enrojecerlos más parasu propio deleite, pidiendo permiso con su lengua para entrar en aquella húmeda cabidad, poseyendola y explorandola a sus anchas en un silencioso y acordado juego con su pequeño, sin olvidarse nunca de seguir embistiendo y acariciando el cuerpo ajeno.

Cada embestida mas marcada y en aumento... cada caricia mas electrizante... cada beso con mas pasión.. y desenfrene que le hacían volverse loco.. ya no sabia si reír.. llorar o que hacer... todas las sensaciones y emociones que el le provocaban hacían estragos en su mente y cuerpo...

Se tensaba su espalda en cada embestida... se arqueaba... y temblar arqueando su espalda sobre el sillon... jadeaba y gemia sin contenerse ya... el era el causante de todo y no sabia que hacer ya... la razón ya no estaba en ese momento solo el brillo de aquellas orbes verdes que le miraban…

Todo en aumento… tan desesperante y a la vez placentero… todo era confuso… tanta gentileza… pación y amor por parte de Kaede… le tenian en un éxtasis inimaginable… cuando aquellos labios del amado se apoderaban de los propios… tan calidos… y tan exigentes de obtener hasta su ultimo aliento…

- haaaa… ka… kaede… haaaaaa!!!

Tuvo nuevamente romper el beso… entre gemidos mensionando su nombre… pues con sus caricias y firmes embestidas solo podia verle a el… todo el dolor habia pasado… queria gritar… ya no sabia que pasaba con el…

- Te.. te…. Amo…

Dijo al momento que apenas pudo tomar aire sin permiso con sus manos rodeo el cuello del otro atrayendole mas a el para besarlo… con la misma pasion y locura que sentia en todo su cuerpo… disfrutando de aquellos labios… mordiéndolos y saboreandolos… asi como haciendo danzar sus lenguas… tan calidas y suaves…

Sentir aquel delicioso y tentador cuerpo contraerse bajo suyo, a cada embestida que le propiciaba, a cada penetración en aquel estrecho y cálido interior que deseaba cada vez más, sin poder reprimirse, deshaciéndose ante cada contacto con aquellos provocadores labios, que estaban enrojecidos de tantos besos que le había robado desde que pudo probarlos por primera vez, reafirmándose otra vez que eran como una dulce droga que nunca desearía abandonar y que le hacia perder el rumbo de sus pensamientos, pudiendo dedicarse tan solo a proporcionarle placer a su niño, que cada vez se retorcía con mayor placer, estremeciéndose bajo su toque, el suyo, el de nadie más. Esos pensamientos corrían por su mente, difusos e incoherentes, y aparentemente inconexos con otros tantos que recorrían la neblina que sentía en su cabeza desde hacía tiempo, pensamientos como lo hermosas que eran aquellas orbes celestes como el mismo cielo que brillaban para él, lo suave que era aquella piel que iba acariciando con sus dedos magistralmente, pero sobretodo lo dulces que sabían aquellos pétalos rojizos que le impedían pensar con claridad y coordinar su mente con sus acciones. Entonces, oyó al menor pronunciar su nombre, provocando le un pequeño estremecimiento que recorrió su espina dorsal en cuanto aquella sensual voz, que sólo podía expresar placer y deseo, llegó a su adormilado cerebro, colapsando lo, pero eso no pudo compararse con el brillo refulgente que se mostró, esta vez, en sus propias orbes en cuanto su pequeño le confesó que le amaba, deteniendo el latir de su corazón por unos instantes, para seguidamente hacerlo latir desbocado, provocando que su sangre fuese bombeada deprisa, llenando sus mejillas de un intenso tono rojizo. Sus labios comenzaron a temblar ligeramente, en busca del valor para una respuesta, pero este no pudo llegar nunca a puerto, ya que su pequeño acompañante le volvió a robar el aliento con aquellos sofocantes besos, causando que su ser simplemente pudiese centrarse en aquellos labios y sus húmedas lenguas luchando en una batalla sin fin por el poder.