Bajo la lluvia..

Un sentimiento cálido le invadía cuando tenía a su moreno entre sus brazos, haciendo que se distrajese de la dificultad con la que la circulación pasaba por sus piernas al estar arrodillado de aquella forma tan incómoda, notando un ligero dolor en sus rodillas, pero pesar de eso disfrutaba de la compañía del menor y de sus besos cuando sintió como la manta se resbalaba por las espalda ajena, permitiendo le tocar aquella piel con suaves y delicadas caricias, tanteando el terreno para ver hasta donde le dejaría llegar su dulce acompañante, sonriendo dulcemente al oír las palabras halagadoras del de orbes azuladas, sonrisa causada al saber que aquel olor dulce pero para nada empalagoso que desprendía era del agrado de su huerfanito, deleitándose segundos después con el cálido contacto de la piel ajena contra el propio, y el agradable cosquilleo que el cabello del más bajo provocaba contra su pecho, recordando el miedo que el otro sintió hacía apenas unos minutos, temor que causó la ruptura tan abrupta de aquel beso anteriormente perdido, que se le había olvidado por completo ante aquel nuevo gesto cariñoso y ante las nuevas palabras pronunciadas por su pequeño que le diferenciaba de las personas que años atrás causaron daño a alguien de tan bello corazón, que ahora le sonreía tan puro e inocente mientras le robaba infinitos y deseados besos por los dos, divirtiendo le al declarar sus deseos de egoísmo, por completo correspondidos por el mayor de ambos, que también deseaba tener más oportunidades de disfrutar de aquella inocente unión.

-Puedes ser tan egoísta como desees...

Comentó con una amable sonrisa, también reflejada en sus bellas orbes verdosas, antes de ser cerradas para robarle un nuevo beso a su posible estudiante, tan lento como el que robó la vez anterior, igual de dulce y cariñoso, mostrando parte de sus sentimientos en aquel prolongado contacto de labios, que iban moviéndose contra los ajenos de forma precisa y puede que algo demandante, sobretodo cuando cogió confianza para entreabrir sus propios labios y dejar surgir su húmeda lengua que recorrió los pétalos ajenos, en busca de un silenciosos permiso que le permitiese profundizar aquella unión tan deseada y demandada por alumno y maestro.

Aquella ultima accion del mayor, le habia hecho estremecer por completo, esa accion de robar de esa forma sus labios y el contancot de aquella lengua calida le hicieron desvariar, sus labios temblaban con la accion y por la fiebre que aun cuando disminui seguia asolando su cuerpo. Sus orbes orebes azuldas buscaron las del mayor... perdienzose en los matices de aquellos ojos, sonrio de modo gentil ante la forma que el mayor pedia permiso con aquellas acciones.

Sus manos se alzaron y aun que debiles taparon los ojos del mayor... Ianth sientia miedo de sus propias acciones pero la verdad queria ser Egoista, no queria pensar en nada mas, porprimera vez queria sentirse querido, fuera verdad o mentira.

- Esta bien...

Dijo tremulo, los sentimientos se mesclaron, miedo, alegria, dolor, felicidd, deseo y tristesa todo en un instante, sentimientos tan confusos pero que le hacian solo desear estar con el mayor.... A pesar del dolor que sintio en sus rodillas y sin retirar esas suaves manos... se acerco mas a el para sentir aquella suave...

- Estas frio...

Dijo al sonreir de medio lado, en tono de broma... y sin importarle nada mas... aunque dudo alejo sus manos del mayor con cuidado y besandole su lengua apenas si roso los lavios calidos de su acompañante cuando alejo su rostro un poco...

- Esta bien...

Las palabras y las acciones de su acompañante le hacían dudar de como comportarse, pero a la vez aquel comportamiento infantil al notar como las manos ajenas cubrían sus ojos le causó cierta diversión, orbes que fueron descubiertas poco después, entre susurros que el menor le dedicaba, para otros confusos y sin sentido, pero para él tomando cierto sentido ante lo vivido anteriormente, puede que se hubiese perdido parte de la hermosa sonrisa de su moreno acompañante, pero la recompensa obtenida a cambio bien que lo cubría y le hacía olvidar por unos segundos el tiempo perdido, pero disfrutado al ser las manos de su huerfanito las que evitaron que su mirada se posase en el rostro ajeno. El cálido beso que le fue dedicado a continuación provocó una ligera sonrisa en sus labios, que traviesos volvieron a robar otro beso al más bajo, puede que un beso casto e inocente pero a la vez dulce y tierno como el chico que lo acompañaba, admirando las orbes ajenas antes de levantarse para cambiar de posición, notando la incomodidad del menor, por lo que sentándose en el suelo atrajo el cuerpo ajeno para sentarlo encima de sus piernas, evitando que las rodillas ajenas siguiesen causándole daño a aquel chico de piel afiebrada, dándole otro beso al pequeño, pero esta vez más largo e intenso.

Aquellos besos le hicieron perderse... dejandose llevar por aquel que le acomodo sobre sus piernas y que mitigo el dolor de sus rodillas... no habia puesto resistencia tal vez por lo debil o por que aquello resulto mas comodo y grato, al estar tan sercas del mayor, con esa piel que para era suabe y aunque fria... le reconfortaba... sintio aquellos besos intensificarse, y en un arrebate de esos mordio ligeramente un labio del mayor... mientras sus manos se deslizaron por los cabellos negros de su acompañante... eran tan suabes al tacto a pesar de esta mojados... sin darse cuenta las gemelas se deslizaron por debajo de los brazos del mayor para tomar su espalda y atraerle mas a el... era tan grato el rose de aquella suave piel una de sus manos de sus manos curiosa se deslizo nuevamente pero sobre el torso desnudo del mayor... escuchando aquel tranquilo sonido de su corazon...

Aquellos latidos se sentian tan gratos... que entre los besos una sonrisa salio... a diferencia del suyo que casi martillaba... aquel corazon que latia de su mano junto con aquellos besos, le hacia olvidar la tormenta que afuera azotaba... Sus oidos ya no escuchaban los truenos solo los latidos apasibles del mayor y su mente que minutos antes se habia perdido en la desesperacion por el mido de aquel recuentro con su padre solo se podian consentrar en el rostro de Kaede...

- Kaede...

Susurro entre los besos sin darse cuenta que sus pensamientos se habian convertido en voz... una suave que llamo al que ocupaba en ese momento completamente su mente...

Los labios del otro moreno eran como una droga de la que nunca podía saciarse, que le hacía adicto a su contacto, a sus besos y a sus palabras, aquellos labios rojizos que le volvían loco y entre besos los añoraba como si hiciese minutos, horas, días, meses, o años que no los probaba, provocando le un ligero nivel de ansiedad, intensificando cada beso y cada contacto entre sus cuerpos, ya que también era adicto a la piel de su acompañante, y aquellos roces de manos le arrancaban largos y placenteros suspiros de felicidad y deseo por que aquellos mimos continuasen mientras se perdía en los besos y los suaves y provocadores mordiscos que su pequeño proporcionaba en sus propios pétalos rojizos por tantas acaloradas uniones, y sus cuerpos ahora más cercanos a causa de los movimientos de su moreno, primero acariciaba su cabello, deleitando le con casi imperceptibles caricias, más tarde rozaba su espalda con suaves y prolongados toques que acabaron por juntar los más de lo que ya estaban, y finalmente apoyó una de sus manos contra su pecho, más concreta mente sobre su corazón, pudiendo sentir sus latidos pausados pero fuertes, que parecían aumentar de intensidad con la cercanía de su pequeño.

Segundos después sus manos se deslizaron por la espalda ajena, aferrando las caderas del menor para pegar así más sus cuerpos entre besos apasionados y profundos, lamiendo los labios del más bajo cada vez que se separaban, antes de volver a arrebatárselos, siendo interrumpido por la hermosa sonrisa del bello ser que le acompañaba, y luego aquel susurro que se le escapó entre besos, encendiendo su corazón al saber que era su nombre, iniciando un nuevo beso pero aún más apasionado, pidiéndole permiso para entrar en su boca, como el otro lo había hecho en su corazón.

Aquellos besos cada vez mas profundos que se apoderaban de su ser, aquellas caricias que de deleitaban con su piel y le hacian estremeser... le nublaban cualquier pensamieno racional... aquella humeda y delicada lengua que le invadia le torturaba de manera esquisita... Todo le llenaba de sensaciones tan delirantes...

Sintiendo aquellas manos gentiles acariciar tocar sus cabellos, acariciar su espalda y tomar sus caderas para acercarle aun mas... todo era ya delirante, y en este ultimo cuego de su cuerpo, cuando le atrajo mas... sintio su cuerpo estremecerse... entre aquel arrebato de su ser en aquella apoderamiento y contacto de quella suave piel y de sus ya rojisos labios mientras un cosquilleo nacia en el abodmen que rosaba con la piel de su acompañante... sus ojos le miraron un poco solo para verle, sus oidos escuchaban cada suspiro lo que lo hizo querer estar mas serca de el, tal ves de modo involuntario sus piernas le rodearo por las caderas... buscando la sercania... tenia tanto miedo de que desapareciera, que se aferraba a el... era la primer persona que habia arrebatado asi su razon, sus pensamientos y los latidos de su corazon... su cuerpo se llenaba de sensaciones que le hacian delirar... y sin darse cuenta de sus labios escapo un gemido por las reacciones que el dueño de las orber verdes estaba ocasionando... seguido de un sacudida al sentir aquel calido rose de sus cuerpos... un rose tan grato... algo que jamas habia experimentado...

Sus labios se negaban a dejar en paz a los de su moreno acompañante, sobretodo cuando aquellas piernas inconscientemente, o puede que muy conscientes, rodearon su estrecha cintura, provocando que sus cuerpos se pegaran más, al igual que sus hombrías, causando ligeros y placenteros roces entre sus cuerpos, favoreciendo que pequeños jadeos se escapasen rebeldes de entre sus labios que aún se mantenían pegados a los ajenos pendientes de una unión más profunda y placentera que hacía que su mente se nublase al igual que sus hermosas orbes verdosas, impidiéndole ver con claridad los profundos y cálidos mares que eran las ajenas, ahora tormentosos a causa de los contactos que había entre sus cálidas y poco a poco más afiebradas pieles, a la vez que movía sus manos por las caderas y espalda ajena en busca de un mayor contacto, en busca de todas aquellas sensaciones que el menor de ambos le estaba causando de aquella forma tan misteriosa, sin poderse explicar el nerviosismo que le invadía, los rápidos latidos de su ahora desbocado corazón y aquel revoloteo, como de mariposas, que se había instalado en su estómago y que se hacía presente cada vez que lograba vislumbrar, entre aquella niebla de placer que cubría su mirada, las azuladas orbes de su huérfano, por eso entre jadeos y roces de sus cuerpos se le oía susurrar el nombre de su acompañante, como un mantra...

Con el pecho subiéndole y bajándole desenfrenadamente debido a la ansiedad, Escuchaba su nombre... sentía aquellas calidas manos explorar su afiebrada pie... y aquellos labios que se apoderaban de su razón... ya le tenían como drogado... su corazón ya no tenia control, golpeando tan fuerte que parecía querer salir... aquel cosquilleo de su vientre se hacia mas intenso y su necesidad de kaede era mayor... sintiendo aquel rose de su masculinidad junto con la del mayor, le hizo temblar completamente por lo grato que era aquel contacto, a la vez que un leve pero audible gemido se escapaba de sus labios aun unidos... por las sensaciones que comenzaban a ser provocadas por el rose de su hombría... y que se incrementaba... haciendo reaccionar un poco mas su hombría y haciéndole arquear su espalda levemente rompiendo el beso entre jadeos y un leve gemido que trataba de calmar…
- ka… ka… kaede…
Su voz apenas salio, sus mejillas ardian, y el ya no estaba tan seguro de que fuera por la fiebre, pues su cuerpo ya demandaba mas que un rose de sus cuerpos, sus orbes nubladas miraron a kaede… quería decirle tantas cosas… quería decir que su corazón latia .y con sus labios temblorosos, y agachando su mirada, logrando que el no pudiera ver sus ojos, recargo su frente en el hombro del mayor…

- continua… po…por…favor…

Apenas pudo decir en un susurro, sentía pena pero queria sintirse amado.. por lo mrnos una vez y mas por la persona que había entrado de esa forma en su corazón, a pesar tal de de que el posiblemente no correspondiera ese sentimiento… no sabia si se mentia a si mismo pero queria creer que el mayor sentia algo por el…

Sus mejillas se habían sonrojado ante el contacto de ambos cuerpos, su respiración jadeante ahora era acompañada por pequeños gemidos que los movimientos del menor provocaban, porque cada ve que su moreno cambiaba de postura sus virilidades se rozaban placenteramente, en una pecaminosa caricia que le cortaba por unos instantes la respiración y el avance en sus cálidas caricias, sobretodo al oír la petición del menor, su petición de que continuase que le trajo un pequeño y nuevo brillo a su mirada profunda, haciendo sentir como si su corazón se llenase por momentos, y todo gracias a unas simples y casi inaudibles palabras pronunciadas contra su hombro, y como su pequeño deseaba no se hizo esperar mucho, y alzándolo entre sus brazos, aún con las piernas ajenas enredadas en sus caderas lo guió hacia el sofá, tumbando le en él cuan largo era, posándose él encima, entre las piernas del más baja, obligando le a mirarle a los ojos, profundizando con ellos en los azulados que reflejaban tantos temores, tanto amor y tanto deseo como los propios, por lo que una sonrisa de felicidad adornaba su rostro justo momentos antes de que sus labios se juntasen en un amoroso y cálido contacto, antes de que sus manos volviesen a cobrar vida propia y que su voz ligeramente ronca se escapase desde lo más profundo de su ser...

-Te prometo... que no te arrepentirás...

Susurró suavemente, robando le otro beso, aunque este más pequeño y mimoso que el anterior.

Su rostro aun estaba oculto cuando sintio como era levantado, y recostado el en sillon, trato de evitar mirarle a la cara, todas las emosiones estaban mescladas y tenia miedo de verle, pero no pudo evitarlo, aquellas miradas se cruzaron y sus ojos se posaron en aquellas hermosas orbes verdes, le tranquilizo... era mirada era gentil, amble y calida... derrepente miro como en aquellos labios agenos se formo una sonrisa y sin mas le arrebato un beso delicado... se sentia tan bien... aquellos labios gentiles, la sueve piel de kaede y su peso, sus manos le abrazaro, dejando sus manos sobre la suave piel de su espalda... por su nublada mente no queria que el tiempo corriera... aunque sabia que era imposible...

Habia escuchado esas palabras... Como poder arrepentirse si por primera vez se sentia de esa forma, por primera vez alguien le miraba con amor... y le besaba de esa forma tan gentil por segunda vez. Se sintio tan amado que cuando sus labios se separaron por unos instantes sonrio como nunca lo habia hecho... y 2 lagrimas... rodaron como gemelas sobre sus majillas....

- Como arrepentirme... - sonrio, expresando en esa sonrisa toda la felicidad que sentia - si por primera vez soy feliz...

Sus manos le abrazaron mas atrallendole a el... dejando sentir mas aquel grato peso sobre su cuerpo y el rose de la la suave piel del mayor mientras que sus labios buscaron nuevamente los del mayor dejandose llevar por el mundo de sensaciones que ahora estaban apoderadas de su cuerpor... rompiendo delicadamente ese beso... par mirarle a los ojos contemplado aquellas orbes de tan hermoso color.

- por favor tu no te arrepientas...

Aquello era mas como una suplica... pero sonreia sintiendo aun aquel calor que inundaba su ser y que le pedia a gritos ser arrebatado por el mayor y con aquella expresion de felicidad y serenidad como nunca antes la habia mostrado...

Sintió los pequeños y delicados brazos del menor envolver su cuello y aquellas pequeñas y suaves manos posarse en su espalda, pero entonces un par de gotas cristalinas se escaparon de los tormentosos mares de su huérfano, causando un vuelco en su acelerado corazón, que sintió la ilusión que aquellas lágrimas acompañadas de aquella hermosa sonrisa y las bellas palabras que le acompañaban, creando cálidos sentimientos y enormes deseos de besar aquellos pequeños ríos salados que se habían formado en el rostro ajeno, siendo interrumpido cuando sus labios fueron robados por los de su pequeño, proporcionándole aquel sabor tan dulce y adictivo que añoraba cada vez que aquella unión era destruida, como paso cuando el menor lo deseo o no pudo aguantar más tiempo a causa de la posible falta de aire, pero no dejó de ser una ruptura delicada y dulce, como el moreno que estaba tumbado debajo de su cuerpo, mostrando tanta felicidad y serenidad a pesar de las nuevas palabras pronunciadas, y él, sin poder ni querer evitarlo, besó las mejillas de su pequeño, recorriendo el camino que ambas lágrimas habían recorrido con anterioridad, dejando un surco salado del que sus labios se habían apoderado, degustando aquellos ríos aún húmedos con una pequeña y dulce sonrisa antes de contestar a aquella pequeña súplica, pronunciada con aquella voz susurrante y cálida que llenaba sus oídos.

-No lo haré...

Afirmó sin dejar de sonreír, acabando con aquel dulce mimo antes de comenzar a besar sus rojizos labios contra los propios en un intento de transmitirle más calidez y amor del ya transmitido minutos antes tanto por él como por su moreno acompañante, al que comenzó a besar de nuevo su rostro antes de volver a sus labios, dedicándose segundos después a su largo y grácil cuello que no había sido besado hasta entonces, marcándolo de forma suave con pequeños chupetones rojizos, como una muestra de posesión y cariño.

Que calidos habian sido esos labios que limpiaron el camino salado de sus mejillas y cuan bien sabian aquellos delicados besos, que gentilmente le acarisiaban, mas aun sintio aquella dulsura y cariño que quiso transmitir y sonrio tiernamente, era feliz... aquellas palabra le hicieron sintir un corazon que latia solo por el mayor.
Sintio aquella calides de su cuerpo y respiraba un tanto agitado cuando aquellos labios agenos se deslisaron para deleitarse con su cuello... su respiracion se acelero mas dejando escapar un leve gemido acompañada de un leve temblorsito al sentir la leve succion en su cuello, que incremento ese cosquilleo en su vientre y al igual que la ansiedad en cierta parte de su cuerpo.

Sintio el cosquilleo ocasionado por las suabes enebras negras y sus amanos calidas les tocaron con suavidad aunque su respiracion ya estaba mas que agitada por las suabes caricias que le eran brindadas, sintiendo su pecho subir y bajar sintiedose tentado con un temblosito en los labios beso suavemente la delicada piel del cuello de su acompañante, y sus manos tambien se dieron a la tarea de explorar aquella suebe piel de su torso... aunque temblorosas solo le acarisiaban con delicadesa, deteniendose al sentir otro estremesimeinto y acelerar mas su respiracion por el contacto entre sus cuerpos, ocasionado por aquella posicion en la que estaban.

Entre besos y suaves succiones en el cuello ajeno fue descendiendo por este de forma lenta y calmada, deleitándose con el sabor de esa suave y delicada piel, llegando al pecho ajeno, mimándolo igual que hizo segundos antes con aquel grácil cuello, descendiendo por él hasta llegar a sus rosados botones, los cuales besó, lamió, mordisqueó y lamió, primero el derecho mientras una de sus manos se entretenía jugueteando con el izquierdo, y cuando el que había estado entre sus labios había enrojecido y sensibilizado entre ellos lo abandonó y se dedicó al que hasta ahora había sido mimado por sus dedos, relegando esa mano a las caderas ajenas en suaves caricias, utilizando la otra para la misma tarea que había realizado la diestra, pero ahora en la opuesta, esperando a que la que ahora estaba mimando con su húmeda lengua acabase igual que el anterior, aprovechando la situación para mover sus caderas ligeramente y causar un delicioso roce entre las propias y las ajenas, concluyendo con un pequeño jadeo que se escapó de lo más profundo de su ser, llegando a parecerse a un pequeño y sensual gemido, haciendo notar con aquellas acciones el endurecido miembro que se había erguido entre sus piernas mostrando toda la excitación que era desde hacía rato apreciable junto al deseo en sus nubladas orbes verdosas, y todo acompñado del placer que el menor causaba con cada contacto entre sus cuerpos.

La respiración del menor era calmada, habia tratado de no respirar tan aceleradamente pero le era difícil mas al sentir las atenciones a su cuello, como si de suspiros se tratará la respiración se entrecortaba mas, por las habidas caricias al cuerpo del chico… sintiendo que aquellos labios disfrutaban de su piel ahora se habian apoderado de una parte que el menor no creia tan sensible… aquella boca que devorada aquella are tan sensible y su lengua tan habida que les hacían reacciona, hasta dejarles completamente firmes, hacian que la respiración del dueño de orbes azules no pudiera controlar mas su respiración, que comenzaba a dificultarse, entrecortada jadeante y con la vista mas nublada por las caricias…

-E..Es..espera… -apenas podía decir entre jadeos… -se si… se siente ex…extraño… - apenas pudo decir, sus temblorosas manos le querían alejar pero no podían temblaba y se estremecía de placer… en realidad no quería separarse de el pero todo era tan nuevo y tan agradable a su cuerpo que le confundía y hacia desvariar… sin embargo aquellas manos terminaron por aferrarse a ese esquisito cuerpo del mayor, cuando este movio sus caderas provocando un rose entre ambas hombrías… sus manos le habian tratado de sujetar en vez de alejarle, su cuerpo se arque delicadamente por el placer… escucho aquel suave gemido de su dulce acompañante… siendo que de sus labios tambien salio un gemido. – KAEDE – Gimio fuerte el nombre del mayor, se sintio tan extraño al escuchar como esa voz escapaba tapo su boca con su mano tratando de reprimirla, pero era imposible con una respiración acelerada ya y cuerpo que se estremecía y temblaba ya sin control solo por causa del mayor… -ka..kaede…- Susurro su nombre… con la boca un tanto seca… mientras sus manos optaron por acariciaron entre temblores y estremecimientos aquellos suaves y delicados cabellos… y sus ojos nublados de placer le miraban…

Pero tambien trato de complacer un tanto al mayor… sus manos temblorosas acariciaron la delicada piel de las aureolitas rosadas del mayor… aunque tal vez torpemente… mientras que movió mas sus caderas para provocar mas roses entre sus cuerpos y aquellas hombrias que ya se erguían por las propiciadas caricias… para hacerle sentirse también como el… siendo que entre aquellas caricias… no podia evitar pronunciar el nombre que en ocasiones se acompañaba de leves gemidos que trataba de contener… mordiendo sus labios…

Disfrutaba plenamente de las caricias que le dedicaba a su moreno, sobretodo al oír los suspiros, jadeos y gemidos que se escapaban de los labios del menor, y no se podía olvidar del acelerado corazón que latía en el pecho ajeno cada vez más fuerte conforme las caricias iban en aumento, deleitándose con aquella piel igual que en el primer beso, la primera caricia, el primer roce entre sus labios y aquella suave y deseable piel que era como una droga de la que no podía separarse, y tampoco quería hacerlo, oyendo de un momento a otro la voz susurrante de su acompañante, alzando su vista para centrarse en aquellas orbes marinas, intentando analizar aquellas palabras entre aquella niebla de deseo y lujuria que cubrían su mente, y al poder descifrarlas no pudo evitar que una sonrisa de satisfacción se colase entre sus labios rosáceos.

Los nuevos estremecimientos y temblores que causó en su pequeño a pesar de la resistencia inicial que este pareció intentar crear por unos instantes ante sus mimos pudo apreciar que más bien era todo lo contrario, confirmando lo cuando su acompañante gimió su nombre de aquella forma tan sensual y erótica, aunque él no se diese cuenta de lo que aquella voz era capaz de causar en su interior, de los estragos que provocaba, primero unos pequeños estremecimientos y finalmente una corriente de placer que iba directamente a su masculinidad, proporcionándole algo más de vida de la que sus perlados cuerpos ya le habían proporcionado, siendo esta reacción repetida cada vez que su nombre se escapó de aquellos deseables pétalos rojizos que deseaba volver a besar de nuevo, pero entonces las manos del menor se movieron sorpresiva mente, acariciando sus propias aureolas, haciéndole tomar la drástica decisión de avanzar más por ese deseable cuerpo, pero no sin antes robarle un fogoso beso que freno por unos instantes las ansias por no separarse de aquella húmeda y exquisita boca, proporcionándole fuerzas para seguir adelante, por lo que después de aferrar con sus manos el trasero ajeno en una pequeña provocación sus labios volvieron a bajar, deteniéndose unos minutos o segundos en el pecho ajeno de nuevo, para luego dedicarse a aquel suave y firme abdomen que se dedicó a besar y a mordisquear instantes antes de entretenerse con aquel pequeño ombligo, para luego descender hasta el sexo de su acompañante, proporcionándole pequeños besos en su superficie, esperando alguna reacción, a poder ser un gemido o grito de placer demandante de mayores atenciones.

(perdón la tardanza, tuve algunos problemas. u.u)

Todo era confuso y a la vez tan grato... pero aquellas manos que trataban tambien de tocar al mayor se detuvieron al sentir aquel beso que le exigia hasta el ultimo aliento, era tan delirante esos labios y demandantes que le hizo estremeser por completo... siendo que al ser roto el beso su respiracion sus jadeos se incrementaran... le queria seguir besando por unos instantes intento capturar su rostro pero el mayor habia seguido su camino... deslizándose por su pecho y bajando a su abdomen donde mordisquea su antojo... Ianth solo sentia morir... con la respiracion acelerada haciando que su pecho subiera y bajara rapidamente... -Kaede....- habia susurrado demasiado bajo su nombre.... y modio sus labios para no gemir ante tan esquisita tortura... de sus labios y aquellas manos que le acariciaban...

Pero un estremecimiento mayor llego a su cuerpo, al sentir aquellos labios sobres su sexo... era como una corriente electrica que se expandía tan exquisitamente que le nublaba mas los pensamientos... sus ojos se cerraron con fuerza lanzando un gemino fuerte entre la jadeante respiracion al momento que su espalda se arqueo.... -ka... ka..kaede... es...est... hnn - no habia mas... no podia articular las fraces... se sintio apenado y con sus antebrazos cubrio su rosto... era extraño se sentia tan excitado... y eso le confundia... su pensamientos solo eran ocupados por el mayor... - con.... -tapo mas su rostro... - conti..contin.... - pero no dijo mas se sentia apenado... entre aquellos espasmos de su cuerpo y la respiración jadeante que ya le era imposible de controlar...

(Jem... que bien que regresaste pense que habias dejado el foro... y bienvenido)

Se complació al sentir las reacciones de su acompañante, primero sus estremecimientos, luego sus jadeos, después sus gemidos y por último sus palabras entrecortadas que no le permitían acabar ni una sola frase u oración a causa del placer que sus mimos y caricias le provocaban, satisfaciendo le más si cabía saberse poseedor de tal poder y honor, mostrándose en un extraño pero cálido brillo en sus orbes verdosas que miraban de tanto en tanto a su moreno de orbes marinas que le había cautivado y provocado aquellas reacciones en él, perdiéndose por unos segundos en sus pensamientos pero sin dejar de atender a aquella maravillosa persona que ahora estaba entre sus brazos. Lentamente sus besos ligeros y cortos se volvieron pequeños mordiscos que dio primero en el glande y luego en el falo, para luego apoderarse de nuevo de la punta de aquella masculinidad, pero ahora también succionando la, besándola y lamiéndola, todo combinado con la intención de volverse una dulce y exquisita tortura para el menor, y deseando que aquella tortura provocase más suplicas y oraciones inacabadas en su ¿amante? No lo sabía, pero muy en el fondo tenía la esperanza de que se convirtiese en eso, y puede que en mucho más por culpa de aquel hermoso sonrojo que cubría el rostro del huérfano contrastando con su pálida pero suave piel y haciendo destacar aquellos humedecidos y tentadores labios que deseaba volver a catar en cuanto tuviese la oportunidad, pero antes de todo eso deseaba complacer y satisfacer cualquier deseo o exigencia de su pequeño amante, concluyendo, y mostrándolo en sus actos, en que la mejor forma de que eso sucediese era si aquella erguida virilidad era atrapada por su húmeda cavidad, cumpliendo lo así al introducirse la de golpe sin darle tiempo siquiera a su acompañante a acostumbrarse al jugueteo que realizó en la punta y que en ocasiones se desviaba al tronco.

Aquellas caricias no paraba de provocar estragos en aquel cuerpo que sucumbía ante los mimos… el menor sentía morir a cada instante… ante cada pequeño y esquisito toque... a su masculinidad... y con la respiración cada vez mas jadeante por aquellas atenciones trataba de contener los gemidos pero de repente aquellos ligeros besos se transformándolo en leves mordidas torturándole mas placenteramente… su boca se abría pero de ella no salían mas que un pequeño “Ack” que cortaba los gemidos… trataba de contenerles… pero su cuerpo era demasiado sincero, aquel cuerpo ya perlado por es sudor se arqueaba cada vez mas y sus manos con desesperación se aferraron al sillón contra el cual estaba prisionero…
Los pensamientos racionales poco a poco eran mas nublados por la sensaciones que inundaban su cuerpo… solo el dueño de las orbes verdes ocupaba los pensamientos del menor… el resto del mundo ya no exisita… solo el hecho que por primera vez en su vida se sentía tan amado… no queria saber que pasaria después de esto… tal vez el se alejaria… y eso dolia… pues no queria que eso pasara… y fueron sus labios los que tal vez sin conciencia le suplicaron…

- Por favor… tu no me dejes…

Sus manos habían intentado alcanzar aquel bellos rostro pero el no le había dado tiempo de nada… tal vez no le había escuchado… cuando sin acostumbrarse a aquella delirante pero gratas caricias se apodero por completo de su masculinidad… y su voz ya no pudo articular mas frases… gimió fuerte el nombre del mayor… arqueando su espalda al momento que sus manos fueron a parar a los cabellos del mayor revolviéndolos... la húmeda cavidad trajo consigo sensaciones mas intensas y con ellos gemidos y jadeos que ya no podia contener… pues esa lengua le torturaba le acariciaba tan eróticamente pues aquella calides recorria cada parte de su hombria esquisitamente que el mar de sensaciones golpeaba su cuerpo como nunca en la vida…
- Ka… ka… e HAAA!!!
Ya no pudo contener los gemidos asi como una lagrima que corrió por sus mas que ruborizadas mejillas al pensar en que tal vez el se alejaría pero a la vez de alegria de por primera vez en su vida haber encontrado a alguien que le quisiera por lo menos por unos instantes… sus manos rápidamente cubrieron su rostro… para que el mayor no las viera…

- por… por haa… fav..or haa… no me dejes.... !!HAAA¡¡

Su cuerpo era un sinfín de sensaciones electrizantes que no podía controlar… que le inundaban y torturaban tan exquisitamente como nunca… Sentía que se vendría… y no quería que fuera en su boca… ese pensamiento le apenaba mas… pero jadeaba y gemía no le era fácil decirlo…

- Bésame… qui… quiero besart…Ahh.. besarte… -suplico tierna y tal vez sensualmente… - M..me voy a venir…haaaa.!! Be…besame….

Dijo acariano el rostro… y realmente deseando aquellos labios… mientras sus manos temblorosas trataron de acercarle… si mas se ubiera podido ruborizar mas asi lo ubiera sido pero sus mejillas ya eran demasiado rojisas al igual que sus labios...

(Gomen por la tardanza... jejeje el viaje que tome... ocupo mas dias... pero ya estoy de regreso ^^)

Podía sentir los estremecimientos que provocaban sus atenciones en el menor, sobretodo por sus gemidos y frases entrecortadas que parecían en algunos momentos, complaciendo le el contenido de estas haciendo desaparecer todos sus temores, pero la lágrima que resbaló por aquel fino, suave y pálido rostro de tentadores labios rojizos, haciendo que aquella señal de debilidad del menor le hiciese desear robarle un desenfrenado y significativo beso, siendo esta sensación apoyada por los deseos de su moreno que jadeante y entre gemidos se lo había pedido, demandado y exigido reafirmándose con los intentos de sus manos que trataban de alzar su rostro, separarlo de aquella palpitante erección que ya había soltado el líquido pre seminal que había tenido el placer de probar entre sus labios, también rojizos, moviendo aún su lengua para proporcionar más placer a su huérfano, rindiéndose al al final a los deseos de su amante, no pudiéndose resistir a aquel rostro, abandonando al fin la masculinidad ajena, aunque algo renuente, acercándose lentamente a los deseados y deseosos labios de su acompañante, devorándolos ansioso con los propios, abrazando a aquel ser con sus brazos por la cintura, pegando así sus cuerpos, él aún con el pantalón puesto aunque no por mucho tiempo, o esa era su intención. Sus manos comenzaron a moverse, recorriendo la espalda ajena con sus ágiles y cálidas manos, manteniendo sus orbes verdosas cerradas, sintiendo como algo de calor subía a sus mejillas y como su propia virilidad palpitaba dolorosamente atrapada en sus pantalones, virilidad que a pesar de las capas de tela rozaba con la ajena, en una busca de alivio mutuo, suspirando y gimiendo dentro de aquella húmeda unión, que rompió cuando el aire se estaba acabando, abriendo al separarse sus orbes centelleantes, internándose en las ajenas, robando le un corto beso antes de hablar, parando todo roce para que su moreno no se viniese aún.

-No te dejaré... No si tu así lo deseas, no después de esto... si tu deseas que se consume... completamente.... Ianth...

Así contestó a las súplicas hechas anteriormente por su ahora amante, penetrándolo con sus dulces orbes que mostraban una mezcla de emociones y sentimientos todos provocados y dedicados a su estudiante, robando le otro beso corto después de recuperar algo de su raciocinio, por eso lentamente se separo del menor, dejándolo tumbado en el sofá, y él posando sus pies en la fría madera dejó escapar un pequeño suspiro, aprovechándose para deshacerse por fin de sus pantalones y su ropa interior, permitiendo le el honor a su acompañante de ver al fin su cuerpo al completo, y apreciar lo que sus gemidos y besos habían causado en él, y convertido en una erguida virilidad. Segundos después se volvió a posicionar entre las piernas del más bajo, rozando ambas masculinidades provocativa mente, arrancándose a si mismo un ronco gemido de placer.

Sus suplicas habían sido escuchadas y dando un largo suspiro sintió aquellos exquisitos labios pasarse sobre los propios roban un apasionado beso, era gloria, aquella cavidad húmeda y calida que se apoderaba de la suya y que jugaba con su lengua, apenas podia respirar cuando el mayor le daba tiempo de hacerlo pero cada que sus labios se separaban para obtener un poco de oxigeno solo le hacia desearle mas, mas al sentir aquellas calidas manos acariciarle tan gentilmente, y después estremecer ante los roses que el mayor provocaba con sus movimientos aun a pesar de las telas que impedían que ambas virilidades estuvieran rozando mas exquisitamente, le sentía es su totalidad y sus manos inquietas tambien acariciaban la suave piel de sus espalda, era tan delirante… y después escucho su respuesta…
Abrió los ojos de par en par topándose con las orbes de aquel exquisito color verde… aquella mirada que le penetraba y que expresaba tanto que no podía separar sus ojos de el… pero sintió que el aliento de abandono cuando el mayor se separo de el, pensó que se iría y eso le hizo erguirse rápido, otra lagrima se había escapado de tan solo pensar eso… pero el no se habia alejado simplemente se despojaba de aquellas ultimas prendas y aun con el sonrojo en sus mejillas pudo apreciar aquel majestuoso cuerpo, era perfecto, como si de un ser de narraciones se tratara… le miro atontado con la respiración agitada y jadeante pues aun no recuperaba su aliento por completo… y un sonrojo mayor entro en su rostro al ver la virilidad del mayor erguida completamente, pero no hubo tiempo de decir nada el mayor ya se había colocado en medio de sus piernas recostándole gentilmente otra vez y rozando su palpitante virilidad con la propia lo que le causo un estremecimiento aun mas motivado por el gemido de mayor… y el del mismo modo gemir ante tan excitante caricia.
El menor le miro, le buscaba aun con la vista un tanto nublada por el placer… no quería que se alejara sus orbes azules se posaron dulcemente sobre aquel rostro… y una mano aunque temblorosa por las sensaciones que le invadían acaricio su fas delicadamente rozando su pulgar con aquellos delicados labios… pera luego sin darle tiempo sus manos pasaron por su cuello para atraerle mas a el… estaba nervioso sabia lo que las palabras que expresión llevarían, sonrió por ultima vez al mayor antes de ocultar su rostro al esconderlo entre el hombro y el oído del que ahora abrazaba con tanto amor y deseo…

- Quiero… qui… aah…-decía nervioso y apenado – quiero que esto culmine… quiero entregarme a ti por completo… por… primera vez… soy feliz así que no…no te detengas… kaede…

Le susurro al oído aun con la respiración agitada y entre pequeños gemidos… por aquellos roses del mayor… para después con los ojos cerrado y aun sus brazos rodeándole…robo un beso mas tierno… pero apasionado al mayor… a aquel hombre que por primera vez la había hecho sentir amado y el cual le había enamora por primera vez…

Gimió de nuevo, ya que los roces que el provocaba no los detuvo en ningún momento, se deleitaba con cada contacto que enviaba una pequeña corriente eléctrica de puro placer por su columna vertebral, aunque no pudo olvidarse de esa lágrima que se había escapado de aquellas hermosas orbes, pero no le dio tiempo a reaccionar ni a decir nada cuando sintió una de aquellas pequeñas y blanquecinas manos posarse en su rostro, acariciando tentadora mente sus rojizos labios, para luego deslizarse lentamente hacia su cuello, pegando más sus cuerpos, sintiendo así la respiración ajena rozar su cuello y su oído, escuchando aquella erótica, nerviosa y apenada voz susurrarle contra su piel, causándole pequeños estremecimientos y que detuviese por unos segundos sus movimientos, perdiéndose en aquellas dulces y entregadas palabras, para reanudarlo inmediatamente después, correspondiendo le al beso que le acababa de robar de la misma forma, mostrando una confusa mezcla de emociones y sentimientos, deslizando una de sus manos que estaba posada en una de las piernas del menor, rozando sus caderas en el proceso, acariciando toda la piel que pudo en su ascenso, antes de rozar con sus finos dedos la húmeda mejilla por la lágrima que antes se había deslizado por ella, secándola con aquella pequeña muestra de cariño, sin romper el beso. Pocos minutos, o tal vez segundos habrían pasado cuando la falta de aire se hizo notable entre pequeños gemidos que se le seguían escapando con sus roces provocados, que fue ralentizando para evitar que el placer se disparase antes de tiempo, llevando al fin sus dedos contra los rojizos de su moreno, acariciándolos de forma tentadora y provocadora, incitándole a lamer los y humedecerlos antes de seguir, penetrando le con sus orbes verdosas de nuevo, ahora más nubladas que la vez anterior a causa del deseo y el placer.

-No me detendré... te lo prometo... No si tu no me lo pides.

Declaró finalmente, sintiendo como iba esbozándose una pequeña y dulce sonrisa en su rostro, comenzando a besar poco después el cuello ajeno, succionando lo poco después, mordisqueando lo luego, para finalmente ir dejando marcas rojizas en toda su extensión, encargándose de hacer todo lo posible para que el menor gimiese y pidiese un poco más de sus atenciones, pudiendo aumentar así el deseo que sentía en aquellos instantes, el deseo de complacerlo más, de hacer que fuese la noche más maravillosa en la aún corta vida de aquel ser poseedor de tan hermosas orbes azuladas, como el cielo en un día en que el sol brilla resplandeciente, sin ninguna nube empañando lo, mostrando así su pureza, como la que su huérfano mostró desde un principio, robando le el aliento y el corazón.

Declaro que no se detendría, a menos que el se lo pidiera, el mayor tal vez no supo los estragos que esa respuesta le causaba... pero su corazón latía mas fuertemente, si es que eso era posible... pues el aun le trataba con delicadesa... y con la convicción de que si negaba a continuar el seria comprensivo pero no se quería negar... no lo aria.. ni podria después del "amor" que le trataba... Amor... paso por su mente... por primera vez tenia la sensación de conocer ese sentimiento... por un ser que habia entrado a aquel cuarto oscuro de su corazón y sin mas había mostrado entre la oscuridad que había una ventana la cual... y el la había abierto... para llenar su cuarto de luz...
Y sin mas dejo que aquellos, una sonrisa curvo también sus labios pare dejarse llevar los ajenos que recorrían la delicada piel... siendo que a cada contacto sentía que ardía mas... que por donde besaba dejaba un calor que solo conseguía sacar mas gemidos de sus labios... los cuales temblaban por lo que hacia... así como oleadas de calor que no tenia fin... y su razón nublada por el placer

- ka… haaa… kaede… yo… no resistiré…

Por fin pudo soltar entere un fuerte estremecimiento y aquella voz jadeante y entrecortada… al momento que sus piernas se abrieron un poco mas para tener un mejor contacto con el mayor…

Podía sentir y apreciar como el menor se estremecía entre sus labios, como aquella mente se nublaba y como el menor era incapaz de hacer otra cosa aparte de gemir, sonrojarse y anunciar lo cerca que estaba de la cúspide, por eso, aunque algo reticente, se separó de su pequeño, dando una última caricia a los rojizos labios ajenos con sus finos y largos dedos que él mismo se encargó de humedecer dentro de su boca para poder dedicarse más adelante a preparar a su moreno, y de paso calmar y enfriar un poco los ánimos de su inexperto amante, deseando que así pudiese aguantar hasta el final de aquella unión, aunque su virilidad se encontraba en la misma y dolorosa situación. Segundos después, con sus dedos ya humedecidos y con sus orbes verdosas penetrando a las celestes se acercó de nuevo al cuerpo ajeno para robarle un corto pero candente beso, mostrando lujuria, deseo e incluso amor en el verde bosque que era su mirada, a la vez que uno de sus dedos se dirigió a la entrada ajena, primero acariciando sus alrededores con él, intentando relajar aquel santuario que poco después penetró con la punta de aquel húmedo dedo, dejándolo quieto entre castos y amorosos besos que iba dedicando a los labios, pómulos y ojos de su estudiante, esperando que se relajase con eso, que se olvidase del dolor, y cuando creyó conveniente comenzó a mover lo de forma circular, para luego detenerse y empezar a sacarlo e introducirlo en aquel interior, de forma lenta, esperando que se acostumbrase a aquellos movimientos, y minutos después, cuando creyó que ya lo hubo hecho entre besos y dulces susurros introdujo el segundo dedo, deteniéndose de nuevo, repitiendo el mismo proceso que realizó con el primero, y rato después de comenzar aquellos movimientos con los dos dedos, escuchando algún que otro sonido proveniente del menor que no creyó que fuese de dolor le hizo decidirse a meter el tercero, realizando otra pequeña pausa antes de volver a reiniciar sus movimientos, combinando las entradas y salidas de sus dedos con los movimientos circulares y proporcionándole pequeñas caricias cortas y momentáneas a la erección del menor cuando creía que el dolor era demasiado grande.

Sentía el calor inundarle… y de repente como era liberado un poco del peso de su acompañante… trataba de controlar los estremecimientos de su cuerpo y sintió aquellos dedos suaves… los cuales humedillo… poco a poco se clamaba… pero no podía dejar de ver aquellas hermosas orbes verdes… eran como si ellas le sostuvieran… y no quisieran perderle… sintió aquellos labios pero aun asi con los ojos entre abiertos le miro… era pasional y a la vez… cuidadoso con el… pero de repente sus dedos jugaban en su entrada y eso le hizo tensarse… aunque poco a poco se relajo… mas ante aquellos castos y consentidores besos… pero al sentir aquella primera intromisión… solo un suspiro y se mordió los labios… y sus manos aferraron al sillón… respiraba agitado… pero su cuerpo se comenzó a relajar y aquello se torno mas placentero pues incluso dejo escapar unos gemido… le tenia paciencia… pero aun se sentía extraño pero a la vez agradable… pero cuando introdujo otro los tres dedos no pudo evitar soltar un quejido… y temblar un poco por el dolor producido…

- Due…

se mordió los labios y no dijo nada con sus manos se tapo el rostro… solo respiraba mas agitado… se estaba tensando pero aquellos dedos en su interior le acostumbraban le dilataban tan paciente y aquellas atenciones a su hombría hacia poco a poco desaparecer el dolor y llenarle de placer… consiguiendo que abriera un poco mas sus piernas… aunque tembló al hacer esto…

pero siendo el… no tenia miedo… el parecía una luz dentro de la oscuridad… pintaba tan mágicamente las paredes oscuras de su habitación llenándola de luz… colores y vida… y de un sensación de felicidad que nunca habia experimentado… y asi se dejaba llevar para también complacer al que le habia mostrado lo que era querer y sentirse querido…

En sus orbes se pintó algo de preocupación al ver como el menor cubría su rostro en un intento de ocultar el dolor que sus acciones le habían producido, creándole una pequeña sensación de culpabilidad al imaginarse aquellas orbes celestes, en las que amaba perderse, aquel sentimiento, pero cuando las piernas de su moreno se abrieron un poco más, a pesar de todo, sus temores disminuyeron, aunque no desaparecieron, por eso con una de sus manos, la que hasta hacía escasos segundos atendía la virilidad del huérfano, se encargó de retirar las manos ajenas que le impedían vislumbrar las emociones de aquellos espejos de la hermosa alma que su acompañante poseía, y cuando al fin pudo admirar lo que aquellos ojos transmitían, quitándose un peso de encima al ver que el miedo era algo que brillaba por su ausencia en aquella y que resplandecía de felicidad, puede que algo de dolor entremezclado con placer y sobretodo un sentimiento común entre las orbes de su pequeño y las suyas propias, un sentimiento de amor, cariño y calidez que le hacía sentir como su pecho se llenaba complacido de una cantidad infinita de cálidas emociones que hacían que bombease más fuerte y seguro. Una pequeña sonrisa se dibujó entonces en su rostro, pero sin olvidarse ni un solo segundo de seguir dilatando aquella estrecha y tentadora, además de deseada, entrada a aquel sagrado santuario. Sus labios sonrientes se acercaron a los de su ahora amante, rozándolos lentamente, deseándolos cada vez más, sin poder hacer nada para evitarlo, comenzando a mover los propios para iniciar así un húmedo, lento, cálido y delicioso beso, sacando sus dedos del interior de su moreno poco después, ya que aquella entrada ya estaba lista, o al menos eso creía y esperaba. Una vez que el beso finalizó le dedicó otros más pequeños, como una pequeña muestra de mimos antes de la separación total de sus labios, para pronunciar unas palabras, con voz temblorosa, pero ronca, enseñando así el temor de una respuesta negativa.

-Ianth... No estas... obligado a hacer esto... si no estas listo... no importa, esperaré...