Nada mas estaba sentado, casi echado, en una de las bancas, relajandose como nunca lo habia echo, ya era media tarde y el viento tibio corria agradablemente, el silencio del lugar le parecio perfecto para sentarse y mirar el cielo.
Suspiro, pero no pesosamente, si no que se sentía libre.
Unos pasos en la hierba mataron un poco la paz, estaba con su perrito, incluso este estaba tranquilo, como siempre tenía esa expresión vacia, se volteó a mirar a quien venia.