Miré a Coli reboloteando a mi alrededor y lo cogí.
-Hoy te vas a convertir en la montura de un muñeco muy, muy, pero que muy, bonito- le coloqué un dalmata de plástico entre las alas y sonreí.- Te queda con si fuese ropa, soys tal para cual.
Coli comenzó a volar y como no, el dalmata se cayó. Seguí con la mirada a Coli aún sonriente.
''Que mono él.''