Bajo la lluvia..

Respiraba con dificultad... su pecho subia y bajaba con dolor al estar recargado en ese tronco... habia llegado corriendo... habia uido por unas horas del orfanato para ir a visitar la tumba de su amiga... esa amable mujer que le habia ayudado y solo se habia encontrado con el hecho de que se decia su padre estaba en esa ciudad...
El dolor crecia en su pecho... y el calor le inundo todo el cuerpo... hervia en temperatura... la cual habia sido ocasionada por la lluvia que asotaba.

La lluvia habia azotado ese dia pero aun asi se habia aventurado... era un dia especial para recordar a su amiga y fue a pesar de todo... pero para su sorpresa al salir del sementerio... se habia encontrado con su padre biologico... no supo que hacer... estaba confundido y sin mas le dijo como nunca debia decirle... "Padre" El hombre con toda la frialdad le miro y sin contemplacion alguna dijo "Creo que mi hijo esta muerto..." Sus manos crueles le empujaron levemente hacia atras... Ianth solo sintio como su cuerpo se habia ido hacia atras y caia sobre la calle... un auto venia pero logro frenar... Ianth por mera reaccion con su don le habia lanzado a unos metros y corrio bajo la lluvia hasta llegar al orfanato...

Ya no tenia fuerza en sus piernas y su salud estaba mal... sus lagrimas se derramaron por su rostro pero no se miraban debido a que las gotas de lluvia las ocultaban...

- Aydenme... - dijo bajo pero se rindio ya era noche y se suponia que no habia nadie afuera... sus ojos se comenzaron a cerrar lentamente hasta que miro una silueta... a lo lejos...

Sus pasos eran acelerados, cada vez más conforme el tiempo iba pasando, llegando a pasar de caminar a correr en pocos segundos, huyendo de la piscina que estaba tras sus pasos, extremadamente nervioso a causa de la tormenta que le rodeaba al estar en aquel recinto, cambiándose tan rápido que algunos incluso dirían que había batido un récord, al ver que no tardaba ni cuatro minutos en ducharse y vestirse, saliendo con el cabello aún húmedo del baño, saliendo al exterior, sintiendo cada vez con más fuerza caer el agua contra su cuerpo, como miles de finas dagas heladas, que iban perdiendo su frialdad contra más lejos de la piscina se encontraba.

Minutos después de salir huyendo de aquel recinto, aunque escasos fueron eternos para el moreno, logró divisar una figura a lo lejos, cada vez más cercana, apoyada contra un árbol, viendo como se deslizaba por el tronco del árbol en el que estaba apoyado, apretando más el paso, ligeramente preocupado por el desconocido, llegando apenas un minuto después al lado del huérfano, parando su paso a escasos centímetros del cuerpo ajeno, agachándose a su lado para acercar su mano al rostro ajeno, mostrando el contraste de temperatura entre el muchacho y sus dedos helados por la lluvia, mostrando preocupación por el menor.

Segundos después algo de reacción se dejó apreciar en su ser, y con rápidos movimientos alzó el cuerpo del huérfano, llevándolo cual princesa, dirigiéndose presuroso a alguna zona cubierta entre aquellos jardines repletos de flores y frondosos arboles, al menos para secar el cuerpo ajeno y conseguir que recuperase la consciencia antes de mover le, la enfermería estaba demasiado lejos para hacerla de un tirón, y tanto aguante no poseía, por lo que corriendo se dirigió a la caseta del jardinero, entrando y agradeciendo que esta no estuviese cerrada, posando al menor en un sofá de la pequeña estancia, cerrando la puerta y asegurando las ventanas para que no entrase la más mínima corriente de aire, encendiendo la calefacción al poco rato, sacando una toalla entre sus pertenecías, acercándose a su inconsciente acompañante para despertarlo con suaves palabras.

Simplemente habia podido divisar una silueta, sus ojos no se enfocaron bien debido a la alta temperaruta y al cansancion... era extraño, pues sintio que alguien lo llevaba de aqui para aya... pero sus ojos se cerraran... sintiendo solo aquellas gotas de agua que caian como dagas de hielo a su cuerpo...

Derrepente aquellas dagas habian terminado y solo sentia estar comodo... pero no paraba de temblar... no queria abrir los ojos, sentia que ya no tenia voluntad para hacerlo... escucho suaves palabras que le demandaban despertar, eran llenas de preocupacion y con suavidad... como pocas veces le habian hablado...

- Vol..volviste...

dijo apenas podiendo abrir los ojos... no era el tono de su voz lo que confundio... si no la suabidad y la preocupacion de esa voz...

- Annabel... Volvistes...

solo una persona le habia hablado con esa preocupacion y suavidad en su vida... y era aquella mable anciana... pero sus ojos se abrieron mas y pudieron divisar nuevamente a la persona...

- Quien... quien eres ? -

Dijo pero sus ojos solo se enfocaron en la mirada procupada... del acompañante... la respiracion de Ianth era acelerada y al verle solo se acelero mas... no veia bien y solo diviso a medias la silueta masculian... el no era Annabel... las alta temperatura le estaba haciendo desvariar junto con el dolor de la accion del que se decia su padre... y sus ojos en vez de mirar a esa amable persona que le habia ayudado solo podia ver al que le habia arrojandole a la calle...

- NO TE ACERQUES!!!!!

grito descontrolado retrocediendo con el miedo reflejado en sus ojos... se movio como pudo sin dejar de verle...

- NO ME HARAS DAÑO!!! NO LO HARAS!!!

le volvia a gritar desesperado y sus ojos se inundaron de lagrimas mientras segui retrocediendo torpemente sobre ese sillos para incluso caer del mismo, siendo que al momento de caer algunas cosas sercanas a el se rompieron... incluso se habia lastimado el mismo...

- Alejate... - sus labios temblaban sin control al igual que su cuerpo...

Sus orbes verdaceas miraron extrañadas a su acompañante ante sus extrañas palabras, llenas de tanto afecto y desesperación, dándose cuenta segundos después de que no iban dirigidas a él, sino más bien a una mujer, que para decepción del otro no estaba allí. Pero el menor no le dio ni tiempo para reaccionar que ya lo estaba apartando de él, mirándole con orbes sorprendidas en un principio, que se transformaron en unos espejos nublados por el miedo y por la fiebre, observando sin poder hacer nada como el huérfano se alejaba de él hasta caer del cómodo mueble, lastimándose en en proceso, anegándose los ojos ajenos de lágrimas a causa del miedo y la desesperación, atribuyendo a estos sentimientos la razón de aquellas palabras desgarradoras e hirientes, aunque esto último se cumpliría si conociese al de orbes azules, siendo substituida esa emoción por una preocupación más intensa.

Su ser intentó permanecer imperturbable ante las acciones del otro moreno, contemplando como poco a poco la desesperación que mostraba a base de gritos y torpes movimientos de huida cesaban lentamente, quedando como muestra de tal acto los objetos rotos y el cuerpo tembloroso del desconocido, además de las saladas gotas que no desaparecían de la mirada azulada, por lo que con pasos lentos, y haciendo todo lo posible para que su acompañante se centrase en sus verdes orbes se acercó al chico de lentes de forma tranquila y pausada, asegurándose de que no huyese ante sus avances, abrazándole en cuanto estuvo lo suficientemente cerca, pegando le a su pecho, apoyando la cabeza ajena en su pecho, acercando sus rosáceos labios a la oreja ajena, provocando que su respiración chocase contra ella antes de hablar.

-Shhhh... tranquilo... no pienso hacerte daño... y haré todo lo que este en mi mano para que nadie más te dañe...

Sus palabras volvieron a ser suaves, además de ser una especie de bálsamo para el menor, o al menos es lo que el dueño de aquellos sonidos susurrantes y dulces trató de transmitir con ellas, empleando toda su fuerza de convicción, además de su fuerza física para que su 'amable' acompañante no se alejase y dañase de nuevo...

Sus ojos miraron como se acercaba y el miedo seguia apoderandose el el... cada vez temblaba mas... habia intentado detenerle... pero por fortuna de aquel amable acompañante cada una de sus intentos de hacerle daño habian fallado...

- No me mates...

Apenas pudo decir en un hilo de voz cuando fue abrazado de eso modo tan gentil... y a la vewz fuerte...

Aquellos labios que se habian hacercado a su oido aunque en un inicio le habian hecho temblar de miedo... le calmaron... pues fueron susurradas aquellas calidas palabras... Dentro de su alucinación y delirio habian entrado un poco de razon... un poco de lucides... pues aquel no podria ser su padre... no alguien que le hablaba de ese modo tan suave... su cuerpo ya no intento alejarse parecia que esa acccion le habia quitado completamente las fuerzas y sus manos debiles dejaron de intentar safarse de aquellos brazos...

- Quien eres...?

Dijo al alzar su rostro y tratar verle con claridad una de sus manos temblorosas se hacerco a su rostro y delinio aquella fas... la cual por la alta temperatura la sintio fria... sus orbes azules se encontraron con las del mayor... sonrio a como pudo...

- Gracias... gracias....

repetia una y otra vez... y su rostro fue nuenvamente a reposar sobre aquel cuerpo...

- Gracias por dejerme vivir...

susurro al estar recostado sobre el cual sus manos se aferraron a las ropas de aquella gentil persona.

Una ligera sonrisa de satisfacción se formó en su rostro al ver que sus palabras y actos surtieron efecto en el más bajo, relajándose y aflojando así la fuerza de su abrazo, pero aún sin romperlo, proporcionándole parte del calor necesario que el otro necesitaba, ya que a causa de la fuerte tormenta y del frío que les calaba hasta sus entrañas el efecto de la calefacción puesta minutos antes no era ni perceptible para ninguno de los dos, pareciendo aquella acogedora caseta algo inhóspita a pesar de la calidez que transmitía con sus paredes y suelos de madera, y con las bombillas de luces anaranjadas que transmitían la luz necesaria para proporcionarles una perfecta visión del lugar en el que se encontraban.

Después de que su moreno acompañante recuperase parte de su racionalidad se dispuso a contestar a sus preguntas, que eran realizadas a la vez que aquellas orbes azuladas parecían mirarle tan atentamente, y que las cálidas manos que el menor poseía le acariciasen el rostro, como intentando descubrir algo de él con aquellos simples gestos, pero las palabras que dijo el más bajo segundos después le sorprendieron, confundiéndole y haciéndole pensar que a lo mejor su aún desconocido moreno pensaba que era un ángel de la muerte, o al menos algo parecido, contestando esta vez segundos después, antes de que el otro dijese nada más que pudiese impactarle.

-Yo no soy un ángel de la muerte, ni aún menos un dios o alguien que tenga el poder y el derecho de decidir quien vive o muere, pero si soy capaz al menos de salvar una vida creo que me sentiré realizado, y habré cumplido con parte de mi cometido en esta vida...

Una ligera pausa fue realizada, dejando que todo fuese invadido por el silencio, siendo roto por el sonido de sus respiraciones y por los fuertes truenos que acompañaban a los rayos que iluminaban el oscuro exterior.

-Y contestando a tu pregunta anterior... mi nombre es Kaede Uehara, encantado. Pero ahora lo más importante es hacer que entres en calor para que no cojas una pulmonía, y bajarte esa fiebre.

Ianth le escuchaba... atento con los ojos aun abiertos pero sin moverse, se habia queado recostado sobre el... y sonrio al escuchar que no era un angel de la muerte...
Su respiracion era agitada por mas que quisiera controlarla era imposible... tenia tanto frio y su piel dolia tanto que no queria moverse...

Le escucho decir cual era su nombre... sonrio aunque no lo conocia... y alzo un poco el rostro para tratar de verle... pero sus ojos se nublaban y le miraba borroso por la alta temperatura.

- Un placer chico que no es un angel...- le bromeo - soy... soy... -un estremesimiento llego a su cuerpo sentia cada vez mas heladas las ropas mojadas... - soy Ianth... - al fin pudo decir... pero se abrazo a el mismo tratando de mitigar el frio que le lastimaba la piel...

Una de sus manos apartó el cabello que cubría la frente de su acompañante en una suave caricia, por una parte para informarse de la posible temperatura del cuerpo ajeno, pudiendo hacer una aproximación con su gesto, descubriendo que tan mal podría estar su ahora no desconocido.

Una ligera sonrisa de diversión se formo en su rostro al oír la broma que el otro había realizando, concluyendo que tan mal no debía estar si aún tenía energías para bromear, pero al ver como el menor se abrazaba a si mismo decidió que sería hora de seguir con su cometido, pero antes explicándoselo al menor para que no reaccionase o pensase de forma incorrecta...

-Bien Ianth... primero voy a quitarle la ropa, estas empapado, luego te ayudaré a secarte y te pasaré una manta... ¿Sí?

Cuestionó poniéndose manos a la obra, comenzando a deshacerse de la camisa de su moreno acompañante, después de darle algo de tiempo para procesar la información.

Ianth asintio con la cabeza...

- Es..ta bien - tartamudeo - Solo no mires mucho...-dijo en un tono de broma como si un conocido se tratara... pero callo ascuchar un trueno, lo que le hizo cerrar con fuerza sus ojos y justo despues un pequeño ataque de tos... callaron sus palabras.

Permitio que se le despojaran de aquellas frias ropas que solo lastimaban su piel..

Habia intentado cooperar lo mas que podia pero sus manos eran torpes, no podia controlarles muy bien y al ver esto... le sonrio de medio lado a su acompañante.

- Jejejeje... creo que ya se lo que siente un borracho....

Volvio a bromear al ver que era dificil ayudarle, asi que mejor se quedo quieto para ser depojado de toda prenda, habia dejado al final al descupierto aquel cuerpo tan delicao y estilisaso... su cuerpo temblaba... y se abrazaba asi mismo por pena y por frio.

- Tengo fri...- un fuerte estruendo se escucho, el trueno retumbo en aquel lugar y las orbes de Ianth se abrieron de par en par con miedo para inconcientemen agarrarse de kaede y esconder su rostro tembloroso en su pecho.

Con rápidos y precisos movimientos fue desvistiendo a su acompañante, siendo entorpecida su tarea puntualmente por algunos movimientos del otro moreno o por sus bromas que lograban arrancarle sonrisas e incluso alguna que otra pequeña risa que rompía el silencio que invadía la recamara a pesar de la suave voz de su acompañante, silencio también desgarrado por los truenos que se dejaban oír en la estancia y que eran acompañados por luminosos rayos.

Los segundos, o tal vez minutos, iban pasando inexorablemente, en lo que él con sus verdaceos ojos podía apreciar el comportamiento y las reacciones del menor, por una parte la vergüenza al quedar desnudo delante suyo, pena que se intensificó en cuanto sus cálidas manos retiraron la ropa interior del más bajo, que se encogía de pura vergüenza, y por otra parte apreció el miedo y la inquietud que los rayos y los truenos que se realizaban en el exterior, en aquella oscura tormenta, causaban en el muchacho de orbes azuladas, siendo mostrado en sus orbes.

En cuanto su tarea finalizó decidió ir a buscar la toalla guardada y olvidada entre sus pertenencias, recordando para su suerte que la guardó en una bolsa de plástico antes de meterla en su bolsa de deporte, separada de su bañador, y que con un poco de suerte ya estaría prácticamente seca, o al menos no más mojada de lo que estaba, pero Ianth ni tiempo le dió para levantarse cuando se lanzó a sus brazos, escondiéndose en su pecho en cuanto un trueno más sonó ensordecedor en aquella silenciosa cabaña, sorprendiéndole, acabando por abrazarle de forma suave y dulce en cuanto reaccionó, posando sus labios cerca del oído ajeno, susurrándole unas suaves y alentadoras palabras.

-Shhh... No temas, todo ya paso, estoy aquí... Además... prometí protegerte ¿Recuerdas?

Escucho ese susurro en su oido y le calmo, aquellas manos temblorosas que la habian atrapado por el susto que el trueno le habia sacado se solaron lentamnte. asintio con la cabeza ante su pregunta.

- Lo... siento.... no...n...o soporto ese ruido...

Dijo al soltarle y recordando que estaba desnudo se solto un tanto rapido para abrazarse a si mismo... aunque no se podia cubrir mucho, se quedo un poco quieto... miro a Kaede... tratando de verle a los ojos... su vista en episodios se nublaba...

- Eres la segunda persona en mi vida que es buena con migo...

Sonrio algo melancolico... pues aquello era cierto... su familia le odiaba e incluso esa misma tarde su propio padre habia hecho un acto tan rui.

- Hasme un favor... si algun dia yo... te doy miedo...- esboso otra sonrisa mientra inconcientemente una lagrima rodo - no me consideres un mounstruo... hazme ese favor chico que no es un angel... y tan solo alejate...

Su cuerpo temblo, auque ya no supo si fue por la alta temperatura o por el miedo de recordar las palabras de su madres..."moustro..."

Notó como el menor se iba calmando entre sus brazos, disminuyendo el temblor del cuerpo ajeno gracias a sus palabras, enterneciéndose por el comportamiento de su acompañante al ver como se alejaba de él al darse cuenta de su desnudez, dejando que se alejase de él, soltando el agarra que tenía en la espalda y la cintura ajena de forma suave.

Al oír las palabras del menor sus orbes se abrieron de pura sorpresa, extrañándose de que tan bella persona no hubiese sido tratada como tal, alzando lentamente su mano para posarla en la mejilla ajena, deteniendo el avance de aquella perla cristalina, besando los parpados ajenos en una muestra de cariño, tratando de tranquilizarle y hacerle ver que eso no pasaría.

-No sé lo que hiciste en el pasado, y créeme que no creo que sea algo tan monstruoso como tu crees, si estas en este centro es por seguro que debes tener algún don especial, como todos los que estamos aquí poseemos. Sin ir muy lejos yo soy un buen ejemplo de ello. Realmente crees, que alguien que tiene las pesadillas más macabras que puedas llegar a imaginar, y que incluso algunas veces despierto las sufre... ¿Realmente crees que alguien como yo, alguien que ha visto la mutilación humana, el asesinato y los actos más sádicos en sus sueños puede pensar que hay algún don más horrible que ese? No estoy orgulloso de mis sueños, aunque sean premonitorios, si no soy capaz de interpretarlos y me dan una visión tan horrible de la realidad, una visión tan distorsionada...

Paró por unos segundos, perdiéndose en las orbes azuladas de su acompañante, en sus mares tan profundos y nublados, observando su reacción, su pensar...

-¿Quien crees que es más monstruoso de los dos? Mi vida puede llegar a ser una pesadilla una vez llegada la noche, me es muy difícil no soñar... Pero tu, tengas el poder que tengas... estoy seguro de que eres más capaz de controlarlo que yo... Y te aseguro una cosa... siempre habrá alguien más monstruoso que tu o que yo o que cualquier persona que conozcas, pero lo que le hace un monstruo no es el poder que posea, sino como lo emplea... Mientras no arranques una vida con tu don, mientras salves aunque sea una con él te aseguro que de monstruo tendrás lo mismo que yo de virgen... Nada...

Una dulce sonrisa se apoderó de su rostro, a pesar de recordar cada uno de sus horribles sueños, cada detalle sangriento de ellos y los malos ratos que le causaban posteriormente, tenía la ligera esperanza de que el más bajo comprendiese que no ninguno de ellos era un ser tan horrible como pensaba...

Ianth se sorprendio de aquella mano que detuvo su lagrima... y le miro hasta que cerro sus ojos por aquel calido beso... era tan extraño el sentirse de ese modo... el sentir que alguien le trataba con cariño... el creer que aunque fuera un extraño le mostraba que no estraia solo... sonrio... y le esucho hablar... sus palabras retumbaron en su cabeza... Aquello le costaba trabajo de asimilar, el no ser considerado un moustro... sus oidos estuvieron atentos a aquellas palabras y sus ojos azules el contemplaban un tanto ido por no poder verlo bien... su rostro curvo una risa aunque aun debil... era casi emposible el creer que no era un mostruo solo por su don al cual le llamaba maldicion... pues toda su vida habia sido reodeada de esas palabras tan crueles por los que se decian sus padres... como olvidar que su unico error para su familia era haber nacido...

Cerro los ojos unos segundos... aquellas palabras de consideracion y cariño solo Annabel... su amiga las habia dicho... se sentia tan bien que le hablaran de esa forma... tanto que su pecho dolia... aunque no supo si era de felicidad o por al fiebre... aquellas palabra como especia... don... despues le volio a ver... con una sonrisa de gratitud y aprecio...

Pero no pudo evitar solta una risita al escuchar sobre su virgindad...

- Te iba a decir que si estas seguro que no eras un angel... pero creo que los angeles son virgenes y tu no conoces eso... - Bromeo... era divertido... a pesar de todo el dolor de su cuerpo... no ubiera cambiado esa compañia por nada... aun cuando el dolor siguiera asotando su cuerpo

Le miro un segundo mas... y devio su vista al suelo pero solo pudo contemplar sus piernas desnunas - no olvidare tus palabras - susurro...

Su mirada enternecida no dejaba de estar posada en su moreno acompañante, y con su mano aún apoyada en la mejilla ajena le dedicó una dulce caricia de aliento después de soltar una ligera carcajada ante la broma del más bajo, sintiéndose pleno y satisfecho por unos segundos al ver que sus palabras despertaban cálidos y reconfortantes sentimientos en su acompañante, que ahora se encontraba mucho mejor que segundos antes en los que se había visto tan destrozado y devastado, haciendo que se olvidase de que el moreno que tenía enfrente estaba enfermo y con fiebre, por lo que cuando recordó la situación en la que se encontraban se separó ligeramente del menor, levantándose y acercándose a su bolsa anteriormente nombrada por su mente, abriéndola y sacando de ella la bolsa de plástico de la que extrajo su toalla, que a pesar de estar ligeramente húmeda poseía una ligera calidez reconfortante para su acompañante.

-Bien... creo que es hora de secarte...

Comentó con voz suave y amable, acercándose de nuevo al menor, y con movimientos igual de suaves que su aterciopelada voz comenzó a secar al otro moreno, comenzando por quitar la humedad del cabello ajeno, siguiendo por su rostro de forma lenta y delicada, intentando no dañar ni molestar al menor, sobretodo en aquellas expresivas orbes azuladas, siguiendo luego con el cuello, agarrando la mano ajena para secar la y seguir así con su brazo, realizando la misma operación con el otro, continuando con el pecho ajeno, bajando luego hacia su vientre, parando antes de llegar a la intimidad ajena, alzándose para dar la vuelta y seguir con la espalda ajena, comprobando que todo estuviese bien seco, volviendo a ponerse enfrente del moreno al acabar con ella.

-¿Podrás tú con lo que queda?

Cuestionó antes de seguir, ya que pensaba que si seguía podría incomodar más al chico de lentes, aunque no estaba seguro de que el de orbes acuosas pudiese tenerse en pie a causa de su estado de salud.

Le escucho reir y eso le agrado... miro como se alejo para ir por la toaya... y sin poder decir nada comenzar aquella tarea de secar su cuerpo.
Su piel dolia por la fiebre, cada rose de la toaya era agradable por que retiraba la fria agua, y por que era tratado con cariño, sin embargo en ocasiones dolia, pero aun asi no dijo nada... solo miraba al Kaede que secaba completamente...

sonrio al saver que sus cabellos estarian todos alborotados como un perrito recien bañado... sin embargo aun cuando su rostro no lo mostro si no ubiese tendio fiebre sus mejillas se ubieran teñido de erojo... era penoso... y extraño el sentir esa toaya con manos ajenas deslizarse por su cuerpo, y ver como llegavan a su abdomen.

No alcanzo a decir nada Kaede habia girado y continuado con su espalda.

Sonrio amable y agradecido caundo le hizo esa pregunta.

- Creo que puedo hacerlo solo...- sonrio amable aunque con poca fuerza.

Tomo con cuidado la toaya y se levanto... su respracion se agito por el esfuerzo pues lo haiba hecho muy rapido, y sus piernas estaban debiles por haber corrido tanto, estaban agotadas y el resto de su cuerpo temblo por lo enfermo... habia agua en ese suelo y eso empeoro la situacion... habia intentado concentrarse en su don para sostenerse pero su mente estaba confusa no lo logro... sus rodillas se doblaron al sentir un leve resbalon por el agua y callos sobre ellas y sobre sus manos. Ahogo un quedijo... y movia la cabeza en forma negativa mirando el suelo...mientras trataba de contener la respiracion y el dolor que le habia producido el caer.

- No... puedo... - decia negando con la cabeza sin ver a Kaede, estaba conentrandose en que sus manos le sostubieran y en tratar de sentarse...

Observó atento los movimientos del menor, ligeramente preocupado por las expresiones que tomaba el rostro de su acompañante, mirando sus movimientos por si tenía que intervenir, pero no logrando reaccionar a tiempo cuando el moreno se derrumbó y se cayó sobre su trasero al suelo, soltando un quejido y expresando una vez que se hubo recuperado que no podría hacerlo, por lo que decidió que sería el el que lo haría.

-No te preocupes... lo haré yo ¿Sí? Intentaré no incomodarte, aunque creo que eso será difícil...

Comentó cogiendo el cuerpo del más bajo, alzándolo entre sus brazos, apoyándolo contra una pared cercana, cogiendo las piernas ajenas intentando secar las, comenzando por los pies para seguir por las pantorrillas y los muslos, alzando ligeramente al otro para secar su trasero de forma delicada y superficial, dirigiéndose ahora a su intimidad, parando por unos segundos.

-Esto... si podrás secarte lo tu, ¿no?

Cuestionó mirando las orbes azuladas de su acompañante, esperando una respuesta afirmativa antes de realizar cualquier movimiento que pudiese incomodarle o avergonzarle más de lo que ya debía estarlo, estando convencido de que el otro si no fuese por sus condiciones actuales estaría aún más rojo de ser posible, y ni siquiera le habría dejado llegar tan lejos.

Su mano fue tendida hacia el huérfano, ofreciéndole la toalla que aún era sujetada por sus manos, esperando que la cogiese o que al menos le dijese algo antes de continuar, observando las orbes ajenas con las propias, intentando analizar a su acompañante, relajarlo o al menos sacar algo en claro de todo aquello, descubrir como debía actuar, porque aquella situación le llenaba de nerviosismo aunque no lo mostrase.

Ianth sintio ir y venir aquella toaya casi por todo su cuerpo... estaba por mas apenado... y ahora respiraba con un poco mas de dificultad por la pena la fiebre y sentirse tan extraño...

Alzo la mirada y se encontro con las orbes de color verde... no podia articulas palabras por la pena... y simplemente estiro la mano temblorosa para tomar la toaya y secar aquella parte tan intima el solo... pudiera o no pudiera tenia que hacerlo... de lo contrario su cuerpo tal vez ubiera reaccionado... con pena antes de secarse tapo con una de sus manos los ojos de su amable acompañante.

- No mires...

se sentia raro ser observado... asi que cuando su otra mano termino aquella labor quito la otra de la cara de Kaede... y por inercia cubrio con aquella toaya aquella area... pero sus rodiallas subieron y se abrazo a ellas... el resto de su piel aun estaba al descubierto... y piso estaba frio... a pesar de que la calefaccion estaba ensendida... para el era aun algo helado por su condicion... asi que solo se abrazo a si mismo procurando mitigar el frio que le invadia

- Ten... tengo frio.... por favor... prende la calefaccion...

dijo con su voz temblorosa... le miro agradecido y esperando mas de su ayuda... a pesar de que su temperaruta se estaba controlando le era imposibe dejar de temblar en momentos...

Notó las manos de su acompañante posarse sobre sus orbes, obligando le a cerrar sus parpados, rozando con sus finas y largas pestañas la palma de aquella mano blanquecina y cálida, tal vez a causa de la fiebre, oyendo los movimientos que realizaba el menor con la toalla para acabar de secarse, y segundos después, mostrando en su rostro una imperceptible sonrisa por la inocencia y dulzura de su acompañante, sintió como aquella mano era retirada de su rostro, permitiendo le alzar sus espesas pestañas negras, admirando como su tímido acompañante se había tapado con la toalla en aquella zona que instantes antes había sido secada, encogiendo sus piernas y aferrándose a ellas en un intento de taparse más y de ocultar su virilidad, creando un impulso en el moreno, robando le un tímido beso a su acompañante, después de oír sus tímidas palabras, alzándose en busca de una manta al finalizar el rápido contacto, volviendo a arrodillarse junto al más bajo.

-La calefacción esta puesta... pero puedo ofrecerte una manta. Te enrollare con ella, secaré el sofá con la toalla, te sentaré allí y subiré la calefacción. ¿De acuerdo?

Cuestionó más que nada para distender la situación, ya que ante su impulso algo de nerviosismo le había invadido, notándose en su voz, enrollando ahora el cuerpo ajeno con la manta y quitando le la toalla que aún estaba entre sus piernas, evitando tocar cualquier lugar que avergonzase al otro, secando el sofá como indico, quitándose su jersey húmedo para evitar mojar la manta del menor, haciendo lo mismo con sus zapatos y calcetines antes de alzar el cuerpo ajeno y posarlo en el mueble, subiendo la calefacción segundos después, volviendo al lado del de orbes marinas, posando su mano en la frente ajena.

-¿Hay algo... que pueda hacer... por ti?

Cuestionó tímidamente, pero sin dejar de ver a los ojos a su acompañante, deseando que a pesar de todo no rechazase su contacto por su comportamiento impulsivo, aunque no se arrepentía de lo que había hecho.

Ianth habia estaba apenado por estar tan descubierto, eso era verdad, pero aun asi no podia dejar de ver al mayor, cuando retiro sus manos habia visto el color tan especial de esos ojos, o tal vez no era el color, si no su expresion y el hecho de quera la segunda persona que se preocupaba por el... se sentia tan bien aquello, su mente estaba dibagando en ese pensamiento cuando escucho sintio el robo de aquel beso... sus orbes se habian abierto de par en par sorprendido por la accion "¿Què estaba haciendo?" penso... sin poder reaccionar... tal vez estaba alucinando por que aquellos labios eran demasiado calidos, y habian dejado una extraña sensacion en el, estubo a pundo de decir algo pero Kaede se habia levantado para ir por una manta...

Le miro ir y venir y secar con sus ropas el sofa donde antes estaba acostado... asi como se levantado con facilidad y depositdo en el mismo... su mente ademas de nublada por la fiebre ahora estaba confusa, aun por aquel beso... estaba absorto en aquellos pensamientos cuando aquella manos que debian de ser calidas, rosaron su frente... queria decir cosas perguntar por aquel beso pero de sus labios no salian palabras... y mas por aquel notable nerviosismo de mayor...

Itan respondio asu pregunta negando con la cabeza y agachando un tanto su mirada al momento que sus delicadas manos rosaron sus propios labios... por un segundo se quedo quieto pensativo pero volteo a ver nuevamente aquellos hermosos ojos verdes... no supo por que pero lo hizo... alzo su cara estirnadose un poco para robar un beso de sus labios... fue casto y legero, aquellos labios eran tan calidos, y suaves... pero se alejo rapido de el al razonar mejor sus acciones.

- lo siento...

Dijo muy bajo y con aquella manta cubrio su cabeza en parte con aquella manta para evitar que le mirara o pudiera decir algo... o por lo menos verle... pues aquella accion hasta a el mismo le habi sorprendido

Su nerviosismo era palpable en el aire, y el comportamiento del menor no hacía más que aumentar aquella sensación que invadía a su ser. Sus orbes nerviosas miraban las reacciones del menor, observando como negaba con la cabeza a su afirmación, y aquellos temblorosos labios rozaban los labios que antes había besado, como perdido en un mundo lejano, intentando descubrir que era lo que tenía que hacer, o que era lo que debía hacer ante aquella inesperada situación que les había dejado a ambos tan desorientados y perdidos, sin saber que hacer.

En su desnudo pecho era capaz de sentir palpitar su desnudo corazón, mientras su mente se hundía en aquellas hermosas orbes azuladas, no estaba seguro de como reaccionaría su acompañante, por lo que sus palpitaciones se iban volviendo más apuradas, aunque a veces dudaba si no eran causadas por el moreno que tenía enfrente suyo. Entonces, las orbes ajenas volvieron a prenderse de las propias, sintiendo instantes después los cálidos, suaves, deliciosos y dulces besos del más bajo posarse en los propios en un tímido y fugaz beso, no dándole tiempo a reaccionar, sintiendo como en su pecho algo le abandonaba cuando aquel beso fue roto con tanta prontitud, dejando le algo descolocado en un principio, aún inmerso en la dulzura de aquel cálido y efímero contacto, recuperándose segundos después al oír la tímida voz del de cabello azabache, observándole encogido y oculto en aquella manta, sintiendo que a lo mejor el otro también se había dejado llevar por un impulso, como el que en ese momento estaba creciendo en su interior, impidiéndole razonar de la forma correcta que él desearía, alzando su mano para rozar la mejilla del rostro ajeno, descubriendo el rostro de su huerfanito, entreabriendo sus labios para dejar escapar un suave susurro.

-No tienes porque disculparte...

Y en ese instante el esperado impulso llego, su cuerpo se acercó hacia el del más pequeño y con rapidez sus labios se posaron en los ajenos, pero esta vez en un contacto más largo, ya que ahora había cerrado sus hermosas orbes y sus rojizos pétalos se habían comenzado a mover contra los de su pequeño.

"QUE HICE, QUE HE HECHO!!??" su mente al pesar en lo que segundos antes con aquellos labios se habia atrevido a hacer. estaba tan confundido, no entendia por que de aquella accion tan impulsiva, su compresnion sobre la situacion no iba mas... de lo unico que estubo serguro es de que aquellos delicados labios le habian confundido mas y que era demasiado intenso el latido del su propio corazon, tanto que sentia que se abriria paso para salir d su pecho... y mas aun... que aquel rose de sus labios habia sido demasiado grato.

estaba tan undido en sus pensamientos que reacciono un tanto sorprendido al sentir aquel rose de aquellas manos que de seguro si el no tuviera temperatura deeberian de ser tan calidas. Su rostro nuevamente estaba al descubierto y sus miradas se encontraron... pero no ubo tiempo de nada... aquellos suaves labios le arrebataron las palabras y acallaron cualquier cosa que pudiera salir de ellas con aquella magica union.

Sorprendio, confundido, no solo de las acciones del mayor si no de las sensaciones propias... trato de alejarse con sus manos deviles intento empujar al mayor... pero aquello fue imposible... no por lo debil de su cuerpo o por que el mayor le forzara si no por que se estaba perdiendo en aquel esquisito rose y movimiento de sus labios..

Aquello eran tan calido... tan agonisante... era suave con el y le desarmaba... sus manos que segundos antes le intentaron alejar resbalaron por sus hombros y temblorosas se quedaron quientas sobre el pecho del mayor... dejandose llevar lentamente cada vez mas por aquel beso...

Era tan extraño para el ... jamaz lo habia experimentado de ese modo... era un beso tan suabe tan calido y a la vez tan confuso... pero le hacia sentir amado... y sin mas se dejo llevar con aque corazon que reclamaba salir por los fuertez golpes que daba a su pecho... sin mas se fue llevado sin saber que sucederia despues...

Sus labios estaban prendidos de los ajenos, tan dulces y tan cálidos que hacían que su mente se viese inundada por una extraña neblina que impedía que su raciocinio actuase correctamente en su ser, estando confuso y perdido, al igual que sus labios contra los ajenos, olvidándose de todo lo que le rodeaba, centrándose simplemente en aquellos deliciosos y encantadores labios que se encargaba de mimar y de enrojecer con los propios, pero entonces sintió una ligera resistencia, que quien suave cuanto tiempo llevaría allí, pero que fue detenida apenas un par de segundos después, haciéndole concluir que en el fondo aquel contacto también le agradaba a su compañero, y que ahora podía percibir temblorosas en su pecho, mientras los pétalos ajenos correspondían a su contacto, dejándose llevar igual que el propietario de orbes verdosas, que complacido apartó lentamente la mano de la mejilla del menor, rodeando con sus brazos la cintura ajena, acariciando la espalda del moreno por encima de la manta, derritiéndose ante su inocencia.

Segundos después, con lentitud se fue separando de los labios ajenos, entreabriendo sus orbes, mirando el hermoso rostro del más pequeño, rozando sus labios con los ajenos en una dulce caricia, dedicándoles pequeños y cortos besos segundos después, volviendo con los mimos que antes parecían haber sido olvidados, perdiéndose de nuevo en sus fuentes de deseo, admirando como iban tornándose cada vez más rojizos, esperando tal vez que el otro le correspondiese o al menos dijese o hiciese algo que le indicase que hacer, ates de volver a robar definitivamente los causantes de su deseo.

Sintio aquellos labios abandonar los propios... y despues ligeros besos se alejo un tanto bruzco... estaba confundido con aquellos latidos que golpeaban tan abruptamente su pecho, con aquella respiracion agitada no solo por su fiebre... sino por aquellos labios agenos que habian dejados en los propios con deseos de probar mas... se lejo del dueño de orber verdes con aquella respiracion agitada y confusa... pero no podia sostener mucho esa mirada sentia que se rompia... nunca habis sentido deseos de ser querido como en ese momento... de aferrarse a alguien que le quisiera... y tuvo miedo... miedo de que todo fuera un simple sueño o de verdad que aquel que estaba frente a el fuera un angel complaciente que antes de arrebatar su vida le regalaba la sensacion de sentirse querido...

Su mente dibago por unos segundo mientras seguia mirando directamente a los ojos del mayor... queria tocarle nuevamente... sentir que no era un sueño pero tenia miedo de que no fuera verdad... tremulo y temeroso acorto la distancia que habia creado el al terminar el beso... estiro su mano para alcansar aquel hermoso rostro... pero temblaba ante el miedo de que estuvera alucinando o ya no poderle alacanzar... no estuvo conciente de sus expresiones... y sin mas cerro los ojos... guardando la imagen del mayor en su mente... aun con los ojos cerrados su mano alcanzo ese rostro un largo suspiro salio de sus labios calidos... por sentirle... a la par su mano gemela seguia y ahora ambas manos le tocaron con cariño... desde su frente... delineando con cuidado y procurando guardar el conocimiento de ese rostro con aquellas manos... sus calidas manos delineaban aquellos parpados, su naris... sus mejillas y sus dedos curiosos y timidos rosaron aquellos labios... como era posible que fuean tan calidos... apenas con las puntas delinearon aquella esquisita boca... Ianth aun con los ojos cerrados se ascerco al rostro del mayor... solo guiado por sus manos... para por ultima ocasion con su dedo indice delinear aquellos suabes labios antes de depositar los propios...

- Tan calido como irreal... - esboso apenas una sonrisa que mostraba la felicidad que inunsaba su ser... y sin mas sus labios calidos nuevamente se encontraron con los del mayor...

Ligeramente desconcertado vio como los labios ajenos, además del dueño de estos, se alejaban de su persona, creándole una ligera sensación de temor ante la posibilidad del rechazo, aunque se lo había planteado segundos antes, no supo afrontar las posibles consecuencias aún no confirmadas, y que aquel estudiante se alejase de él creó una extraña sensación de vacío en su estomago, pero de cierta forma acabó comprendiendo el comportamiento del de orbes azuladas, porque el temor y la confusión se veían reflejadas en aquel par de hermosos espejos de aquel ser de hermosa alma, dándole la ligera esperanza de que a lo mejor y aún tendría una pequeña e insignificante oportunidad con su acompañante, esperando pacientemente a que los pensamientos que podían recorrer aquella morena cabecita le favoreciesen aunque fuese un poco, y cuando el momento de la verdad llegó simplemente pudo contemplar como las orbes ajenas le miraban con miedo, sin poder él descifrar las razones de aquel sentimiento que ahora ambos compartían con distinta intensidad, para segundos después ver aquella temblorosa mano acercarse a su rostro, provocando le una dulce sonrisa, y que ladease muy sutilmente su rostro para aumentar el contacto, llegando a este poco después la otra mano de su chico de lentes se uniese a la primera, realizando las dos pequeñas y tímidas caricias como si el otro pretendiese recordar sus facciones, durante segundos o tal vez minutos, hasta que su afiebrado propietario decidió mostrar de nuevo sus preciosos zafiros fueron visibles, mirándolo de aquella forma tan cálida e intensa, aunque aún nublados por la fiebre, recibiendo el dulce contacto de aquel dedo al rozar sus labios, haciendo que desease besarle, no siéndole permitido, pero ganando la posibilidad de recibir un beso de los pétalos ajenos antes de que estos se separasen de él para decir unas dulces pero ciertas palabras, volviendo a sentirlos antes de que pudiese decir algo es su contra o a su favor, perdiéndose de nuevo en aquel maravilloso contacto, correspondiendo a él de forma lenta pero segura, dulce pero ardiente, moviendo sus labios contra los ajenos, sin querer asustar a su acompañante antes de profundizar un poco más.

Aquel rostro era hermoso, no solo ante la vista si no ante sus manos, pues con gentilesa, le habia mostrado de tanta s formas algo de cariño al sonreirle, al mostrars egeneroso y al verle con raiño, cada una de esas imagnes se guardaron en su menteu y ahora sus manos le habian tocadoc uadrdando casa densacion desatada por el contacto, con la esperanza de que con ello recordarle no inmporta lo que pasara en un futuro, todo esto estaba tan presente en su mente cuando aquellos suaves y calidos labios posaban sobre los suyos cada ves con mas pasion a pesar de que aun le eran considerados ante su inexperiencia.
Sus labios se entregaban a cada instante un poco mas, por un instante quiso por primera vez un mucho tiempo leer su mente y saber que es lo que pensaba... pero un escalofrio recorrio su cuerpo, fue uno que le hizo separa sus labios tal vez un poco abrupto de los labios del mayor... habia recordado como leea la mente de sus padres con la esperanza de encontrar un poco de cariño pero siempre obtenia el mismo resultado... tuvo miedo de que fuera lo mismo con el dueño de esos labios... pero sus orbes azules le miraron capturando aquella mirada del dueño de los ojos verdes... pero sonrio... el dueño de esos ojos no era como los que se desian sus padres... no el dueño de aquella mirada tan amable... sintio dolor en su pecho tal vez por tanto dolor y felicidad a la vez...

Aquella manta se habia deslizado y habia dejado su torso aldescubierto... sintio frio y quizo mitigarlo con el cuerpo ageno... sus manos pasaron rodeando el troso del mayor ecargando su rostro sobre el pecho del mayor.

- que olor tan agradabel...

su aliento chocaba con el pecho del mayor y sonrio al alzar su rostro para verle...

- Tu no eres como ellos... no alguien que puede mirar a las personas con cariño, sentirse tan calido y tiene este olor... no pude ser alguen que mienta y lastime...

Sonrio sereno y deposito un liegero beso sobre los labios de mayor... juntando sus frentes para robar y sonreir... siendo que comenzo a volver a robar besos ligeros pero que cada vez eran mas demandantes...

- Quiero ser egoista...

Se referia a los besos, queria por lo menos tener ese calido recuerdo de que habia alguien que le demostraba cariño... por su mente paso en instantes que le besaba como era que no habia sentido nada de eso por otras personas...