Salón de música [Illel]

Aldred entró al salón de música, hacia mucho que no se daba el tiempo de ir a aquella parte del orfanato que tanto le gustaba, caminó con pasos lentos hasta el piano que se hallaba frente al ventanal mientras jugaba con el camafeo que colgaba de su cuello, acarició el intrumento con cuidado, sin más se sentó en el banquillo y comenzó a tocar el Claro de luna de Debussy.

*Etto debo postear aqui, creo... o.oU*

Despues de clases siempre tubo esa costumbre de ir a dar una vuelta por el instituto, asi podia estarse apartado del resto de los niños... no era que no le agradaran, pero al parecer tenia algo que hacia a las personas apartarse de el. Suspiro al pasar por entre las puertas cerradas; solo habia mas de lo mismo.. soledad. Decidio sentarse afuera del aula de musica, nunca habia nadie ahi. Al recostar la cabeza contra la pared pudo escuchar la suave melodia, cerró sus ojos y se estuvo en silencio.

Terminó de tocar, dejando escapar un suspiro de cansancio, miró el camafeo que colgaba de su cuello, sin abrirlo, de momento no quería pensar en aquello, cerró con cuidado la tapa del piano y se encaminó hacia la puerta, cuando salió del aula se llevó una sorpresa al encontrarse a alguien ahí. -Hola, oye perdona ¿Te encuentras bien?- Le había desconcentrado el encontrarse con un niño tan lindo solo.

Ni siquiera notó el momento en que el pianista dejo te tocar; en su cabeza aun resonaba la melodia y se habia sumergido lo suficiente en sus pensamientos como para darse cuenta de lo que sucediera en los alrdededores. Por esa razon se sobresalto al escuchar que alguien le hablara -¿Haa?... Etto... gomene, no pasa nada. Uhmm, ¿eras tu quien tocaba el piano?.-

Sonrió un poco ante el sobresalto del chico -Perdona no quería asustarte- Se disculpó sentándose en el suelo a su lado -Y sí, era yo quien tocaba- Respondió sonriéndole amablemente -Sí sabía que alguien tan lindo me estaba escuchando hubiera tocado mejor- Comentó viendo al niño -Ah, disculpa mis malos modales, soy Aldred ¿tú eres...?

Se sonrojo por completo negando, haciendo que sus mechones plateados se sacudieran graciosamente -Iee, Aldred-san tocabas muy lindo por eso me quede, para escuchar mas...- agachó la cabeza, ocultando el elvidente tono carmín de sus mejillas; jugaba con sus dedos -M-me llamo Illel, encantado.- le sonrio.

Se rió al notar el sonrojo del niño, tan sólo esperaba que no lo tomara como una burla, alzó la mirada levemente hacia el techo -El encantado soy yo- Contestó buscando la mirada del menor -Y gracias por decir que toco lindo, si realmente te gustó puedo tocar para tí cuando quieras sólo pídemelo, que me encantaría hacerlo- Le ofreció sonriendo. -¿Tienes mucho aquí? Es que no te había visto antes.

-A-apenas dos meses.- contesto timido y su voz sonaba lo suficientemente queda como para pasar por un murmullo -Tal vez no me viste porque eres mayor que yo... tomamos diferentes clases; la mia esta cruzando el campus.- señalo por la ventana el distante edificio entre las ramas verdes de los arboles -Gracas por ofrcerte para tocar demo... no soy un gran conocedor de la musica clasica, no podria apreciar tos bellas notas.-

-Quizá sea por eso, pero aún así no somos muchos, además es difícil pasar por alto a un niño tan bonito- Respondió al primer comentario de una forma natural. Aldred comenzó a jugar con el camafeo que colgaba de su cuello. -no importa sino conoces de música clásica, de hecho no importa de que música se trate, lo importante es que provoque emociones en quien la escucha, transmitir el mensaje es lo importante- Comentó -Por otro lado, sólo fue casualidad que me escucharas tocando esa melodía, suelo tocar varios tipos de música, aunque para escuchar prefiero la música romanji o el rock - Rio un poco - Perdón has de decir que hablo mucho ¿Qué música te gusta Illel-chan?-

-Haa... a mi... esto...- no sabia como ordenar sus ideas de forma adecuada para contestar... su mente se habia perdido desde el instante en que mencio que era lindo, mas aun que era demasiado lindo como para no ser notado. El sonrojo de sus mejillas se apodero poco a poco de su carita blanca el cual solo trató de ocultar con las manos -Me gusta toda... Aldred-san. Tu sabes mucho...-