inspeccionando las heridas[kaede]

/entre con el botiquin en la mano/

Estaba sentado en una esquina del dojo, admirando su mano dañada y sangrante, aunque no en exceso. Todo aquello le pasaba por no ir con cuidado y usar el material viejo, pero por suerte el nuevo llegaría al día siguiente, por lo que al haber roto el antiguo no le supondría un gran problema, pero eso no dejaba de significar una posible lesión, y si la tenía podría causar un retrase en sus cases o en su entrenamiento, y puede que le causase molestias al no poder nadar adecuadamente, puede que ni tan siquiera nadase para evitarse las molestias de las vendas o lo que necesitase, pero ahora su mayor problema sería retirar el material dañado y limpiar la sangre de sus ropas...

*llego donde el herido*

te encuentras bien?

-Si... no fue nada... sólo... algo de irresponsabilidad por mi parte...

Alegó intentando quitar importancia al asunto, alzando el rostro y penetrando con sus verdaceos ojos los del contrario, una mirada profunda y firme, puede que con algunos rastros de la passión que desprendió minutos antes en su entrenamiento. La sangre hacía un curioso contraste en su mano, goteando ligeramente después de deslizarse por su palma y llegar al final de uno de sus dedos, aumentando las manchas en sus prendas...

*le devolvio la mirada*



dejame inspeccionar tus heridas

Extendió su mano con parsimonia, intentando por todos los medios colocarse de tal forma que el suelo del dojo no se manchase, poniendo por encima de su salud un simple suelo parecía realmente estupido, pero aquel dojo era el lugar donde podía realizar una de sus pasiones, por lo que haría cualquier cosa por mantenerlo en perfecto estado.

La mano, a pesar de estar ensangrentada dejaba ver un corte en ella, algo profundo aunque no demasiado, y además de este había algunos raspones con astillas, la manga de su brazo descendió ante el movimiento hasta su codo, viendose otras heridas leves por la parte del antebrazo cercana a la muñeca, y puede que algún golpe que más adelante dejaría moretón...

*paso su mano por las heridas del otro curandolas asi en el acto*

-Gracias...

Ahora de las heridas lo único que quedaba eran las manchas de sangre en su ropa, y en la zona donde estas habían estado, como un efímero recuerdo del incidente sucedido anteriormente, y si no fuese por el desorden que había en el centro del dojo pareceria como si nada hubiese pasado, y fuesen dos personas conversando tranquilamente...

asi estaras bien

*sonrio y con la magia hizo desaparecer las manchas y el desorden*

-Me ahorraste el trabajo...

Comentó soltando una pequeña risa, tal vez algo amarga, centrando su vista en donde antes había estado aquel 'basurero' por decirlo de alguna forma, y su ropa ahora limpia había resultado ser otro dolor menos de cabeza, desapareciendo así todas sus obligaciones, preguntandose como era que todo podía parecer tan sencillo al lado de algunas personas...

*sonrie sin decir nada y se levanta*


me retiro

-Kaede...

Susurró observando al menor, con una ligera sonrisa agradecida, aunque casi imperceptible, callando por unos segundos antes de volver a hablar...

-Ese es mi nombre... encantado...

kazuki


*sonrio ligeramente*


encantado de conocerte

-Llevas trabajando bastante aquí... ¿O sólo me lo parece?

Cuestionó apoyandose más en la pared a su espalda, le sonaba haberle visto, aunque no podía asegurar nada, algunas veces podía tener algo de mala memoria, ya que no solía fijarse mucho en la gente con la que no tenía relación...

una semana o dos



*sonrio y miro algun pajarillo que pasa volando afuera*

-Por eso me sonabas entonces... aunque creí que llevarías más tiempo... puede... que fuese una simple sensación...

Entrecerró ligeramente sus orbes, como si estuviese meditando algo, como si alguna cosa pasese volando por su mente, como aquellos pajarillos del exterior...

suele pasar a veces


creemos haber visto a alguien o conocerlo y equivocarnos

*sonrio y se acomodo el pelo*

-Cierto... ¿Y... estas cómodo? me refiero... a tu trabajo...

Intentaba sacar conversación, no tenía ganas de volver a sus obligaciones, aunque parecía que aquello no sería posible, tenía la sensacion de que el platinado no tenía muchos ánimos para ello...

si

los niños son encantadores aunque a veces pueden llegar a ser verdaderos diablillos

-Dimelo a mi... darles clases puede ser un auténtico calvario... y el estres se va acumulando y acumulando, y luego te desfogas como puedes, y esta vez creo que no me salió muy bien...

Otra ligera risa se escapó de entre sus labios, más cómodo ante la simpatía que mostraba ahora el de ojos azules...

*sonrio*



bueno dime que haces para no aburrirte

-La verdad... es que suelo centrarme en el kendo, o la esgrima o la natación... o sino en la lectura de un buen libro... aunque la arquería también es una buena distracción, aunque es más buena para relajarme... ¿Y tu?

Sus manos se aferraban a una de sus piernas que estaba doblada, como sosteniendola...

suelo leer o practicar magia



*hizo aparecer un pequeño colgate surgido de la palma de su mano*

-Y por lo que veo se te da bien... ¿cierto? Tienes suerte de tener tan buen poder... los mios no me agradan mucho que digamos...

*sonrio y le tendio el colgante en forma de media luna*